La declaración del presidente Obama en la que anunció que la situación de Venezuela representa una amenaza para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos y por tanto decretaba una emergencia interna para afrontar esa amenaza, “es una exageración injerencista que todos los venezolanos rechazamos de plano”, aseguró el politólogo Sergio Graffe.
“Así como tampoco aceptamos la presencia en el país de cubanos, chinos y rusos que están operando en áreas sensibles para la seguridad y soberanía nacional. No se puede distinguir entre injerencias malas y buenas porque la que sea viola el sagrado derecho de la autodeterminación de los pueblos”, aseguró el columnista del diario La Región.
Sin embargo, agregó que la reacción del presidente Maduro no ha sido la de un estadista preocupado por las posibles consecuencias prácticas de la “impertinencia” de Obama sino que está aplicando la tesis del “enemigo externo” para usarla con fines electoreros al recurrir al patriotismo como elemento aglutinador de su “resquebrajada” base de apoyo natural a propósito de la cercanía de las parlamentarias.
-Además, el gobierno incurre en una demagogia inaceptable cuando afirma que los Estados Unidos prepara una invasión militar contra Venezuela sin tener mayores evidencias; porque si fuese así, lo primero que debería hacer Maduro es cortar el suministro diario de los 800.000 barriles de petróleo que le vende a Obama; porque ante una eventual guerra, este combustible se convierte la principal fuente de energía para derrotar al enemigo y es una incoherencia que mientras se teme a un ataque armado externo, se le facilite la victoria al contrario.
Otra inconsistencia ética del actual gobierno –asegura Graffe- es que ante una eventual invasión gringa, llamó a maniobras militares en el mar Caribe como elemento disuasivo cuando deben hacerlas en la Zona en Reclamación para indicarle a la Guyana Esequiba que no siga invasión ese territorio venezolano.
Daniel Murolo – diariolaregion.net / @dmurolo
