Mejor conocido como “calentura”, el herpes labial es más común de lo que a muchos padres le gusta pensar y afecta a 2 de cada 6 niños menores de 4 años.
Ezio Godoy, Medico Integral Comunitario, lo describe como un pequeña ampollita de color rojizo que aparece en el área que rodea los labios y que duran entre una y dos semanas en desaparecer.
“Se trata de un virus, una de las infecciones víricas más frecuentes, tan frecuentes que la mayoría de las personas están infectados aunque nunca lleguen a presentar los síntomas externos del herpes”, alegó.
Aunque los expertos aseguran que el herpes labial no es un problema grave, aseguran que es importante tomar las medidas preventivas básicas para que los más pequeños de la casa no lleguen a contraer el virus.
“No compartir toallas, manoplas, besos, cubiertos ni labiales con personas que tengan herpes es la mejor idea para mantenerse alejado del virus”, acotó “igual es importante una buena alimentación y enseñarle a los niños como manejar el estrés infantil de forma exitosa, pues en las primeras etapas de la vida suele brotarse por tensiones inherentes a la niñez”.
“En cuanto al tratamiento, recomendamos a los padres no perder la calma, es algo normal que suele curarse solo, siempre y cuando el niño no se toque el área infectada y deje que el cuerpo solo vuelva a su estado natural”, concluyó.
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