Nutricionistas aseguran que la necesidad de los seres humanos de consumir leche diariamente para mantenerse saludables corresponde más a un mito ancestral que a una realidad concreta; aseguran que este mal hábito afecta inevitablemente la salud de las personas a largo plazo.
Según expertos, la leche de vaca, cabra, oveja o cualquier otro mamífero no está diseñada para el ser humano, pues nuestro organismo no posee las facultades suficientes para digerir sus proteínas.
“Se trata principalmente de un mito que data desde tiempos ancestrales pero sobre el cual los últimos estudios han discernido considerablemente; lo cierto es que la leche contiene demasiada caseína, una fosfoproteina que se encuentra asociada al calcio, y el organismo del ser humano carece de una enzima apropiada que metabolice esta proteína, lo cual hace que la misma se vaya acumulando en nuestro cuerpo y afecte la salud cuando las personas alcancen edades adultas”, declaró Aleida Rivas, nutricionista pediátrica.
Alega que al cuerpo no poder procesar niveles de calcio tan elevados, los termina depositando en las articulaciones dando paso a patologías como artritis, artrosis y reumatismo, entre otras.
“En su intento de eliminar del organismo esta gran cantidad de proteínas sobrantes que el consumo de leche produce, se genera una gran cantidad de flema o moco, sobre todo en niños pequeños, pues es el mecanismo de defensa que tiene el cuerpo para librarse de estas toxinas.
El moco genera catarros, alergias, otitis e incluso puede desembocar en trastornos tiroideos”.
Agregó que con echar un vistazo rápido al orden natural de las cosas podemos constatar que el consumo de leche de una especia diferente a la nuestra es algo poco natural.
“Somos los únicos mamíferos que consumen leche de otro mamífero en el planeta tierra en busca de nutrientes y esto es antinatural y dañino para la salud, pues la leche de cada animal corresponde a las necesidades de su especie”, explicó.
En cuanto a cuáles son las fuentes de calcio a las que podemos recurrir en sustitución de la leche, mencionó los vegetales verdes, las almendras, el merey, las nueces, el ajonjolí, las frutas deshidratadas, la avena, el arroz integral, los garbanzos, las caraotas negras, las lentejas, la alfalfa, el repollo, el apio y las calabazas entre muchos otros.
“Hay que terminar con el mito de que la leche es la única fuente de calcio para el ser humano, una alimentación balanceada es fundamental para obtener los nutrientes necesarios para el organismo. Investiguen y experimenten, notarán en pocas semanas los cambios que el no consumir leche produce en el organismo”, concluyó.
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