
Un año y 80 días pasaron para que se hiciera justicia en el caso del homicidio contra Adriana Urquiola, la intérprete de señas que tenía siete meses de gestación asesinada en las adyacencias de la urbanización Los Nuevos Teques el 23 de marzo del 2014.
Las constantes vigilias, manifestaciones pacíficas y denuncias por parte de familiares, amigos y hasta autoridades rindieron sus frutos y la mañana de este jueves fue capturado por funcionarios de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) en Barranquilla, Colombia, Yonny Bolívar, sujeto sindicado de ser el autor material del asesinato.
“Este acto de justicia me ha dado consuelo y esperanzas en esta primera etapa, ahora viene la extradición y el juicio contra quien se aprovechó de su poder para evadir por mucho tiempo a las autoridades”, declaró Manuela Pérez, madre de la trabajadora de Venevisión.
-Cuando supe que se encontraba en Colombia fue duro, uno llega a desesperarse por el tiempo que ha pasado, pero a la final ganó la verdad y se logró la detención de este sujeto-, añadió.
La madre también agregó que “me he entrevistado con el Ministro Gustavo González y él me aseguró que se hará cumplir la ley en Venezuela, yo le expresé mi temor por el hecho de que esta persona era experta en librarse de rendirle cuenta la justicia, pero fue enfático en señalar que si eso sucedió una vez, no volverá a ocurrir”.
–Sé que este hombre está muy conectado con delincuentes, tiene mucho poder, pero ya que está detenido ese poder debe acabar. Confío en la palabra de las autoridades venezolanas y sé que no permitirán que nos ocurra algo que lamentar a mi o a cualquiera de quienes me han ayudado en este momento tan difícil.
Pérez agradeció a todas aquellas personas que de una u otra forman la han apoyado en este momento, “a los medios de comunicación que desde el primer momento han estado al pendiente del caso, haciéndole el seguimiento correspondiente para que nada quedara solo en palabras; a las autoridades porque aunque he sido bien ruda con mis denuncias en varias oportunidades, debo reconocer que ellos han mostrado interés en la resolución de este caso; no puedo desmerecer la labor que estas personas desempeñan día a día, a la Defensoría del Pueblo, al Cicpc porque me demostraron que todavía existen personas buenas con conciencias que no se venden, al Ministro de Relaciones de Interior, Justicia y Paz, a Iris Valera y a todos aquellos que aún sin conocerlos utilizaron las redes sociales para expresar demostraciones de amor y de apoyo”.
Alerta roja
Su vínculo con el asesinato de Adriana Urquiola el pasado 23 de marzo del 2014, fue la gota que rebasó el vaso y es que Yonny Bolívar cuenta con antecedentes penales desde el 2003 por distintos delitos.
De acuerdo con las autoridades, dentro de las excentricidades de Bolívar está que recurría a la brujería y santería para planear sus actividades delictivas y evadir la acción de las autoridades.
Su alias de “Capitán Bolívar” obedece a la usurpación de un título de la aviación con el cual se hacía pasar por piloto de la Fuerza Aérea Venezolana.
El 15 de marzo de 2004 fue condenado a 22 años de prisión en Uribana por el Tribunal Tercero de Lara por secuestrar a un comerciante, ocultamiento de armas de fuego y de guerra y la usurpación de título militar; así mismo se ordenó la confiscación de sus propiedades, incluyendo una lancha y dos vehículos.
Bolívar fue señalado en la cárcel de ser uno de los autores de la masacre ocurrida el 22 de septiembre en ese centro penitenciario. Pero el 29 de abril de 2005 la jueza Menfis Álvarez Núñez, a cargo en ese momento del Juzgado Quinto de Primera Instancia de Lara, decidió otorgarle libertad y la devolución de propiedades. Las decisiones dictadas a favor de Bolívar fueron anuladas por tribunales en mayo de 2005.
La Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) emitió una notificación roja para Bolívar, entre cuyos cargos resalta el homicidio calificado por motivos fútiles e innobles, homicidio calificado por motivos fútiles e innobles en grado de frustración, porte ilícito de arma de fuego y porte de arma de fuego en lugares prohibidos.
Un escape casi perfecto
Fuentes ligadas a distintos cuerpos policiales indicaron que Bolívar habría huido del país cruzando la frontera hacia Colombia por Paraguachón, ingresó por la Guajira y llegó de forma clandestina al departamento del Atlántico; utilizaba identidades falsas con el fin de no ser detectado por autoridades colombianas.
El capturado residía en el norte de Barranquilla, “donde se hacía pasar como un importante empresario propietario de varios vehículos que prestaban servicio público”, señalan las autoridades.
Al momento de la detención tenía en su poder documentos de identificación venezolano, múltiples tarjetas de crédito y se movilizaba en vehículos de alta gama.
Yhanny Casares
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