
Esperando respuestas de proyectos se encuentran los habitantes del sector Colinas del Ángel para lograr la consolidación de algunos servicios que se han convertido en su dolor de cabeza, en especial la reconstrucción de la torrentera y la reparación de las escaleras que por el socavamiento de las lluvias han quedado en el aire.
María Peña es una de las habitantes más afectadas con esta situación ya que la torrentera se derrumbó justamente al lado de su vivienda y el agua de lluvia cae directamente a la casa perjudicando a los vecinos que siguen en la bajada.
Por su parte, Isabel Pérez, vocera del consejo comunal, manifestó que la torrentera y las caminerías son proyectos que ya han sido introducidos ante los entes gubernamentales, pero que a la fecha siguen sin recibir respuesta; no obstante, la vocera comentó que para tratar de solventar la situación ayer le estaban siendo asignados algunos materiales a la casa afectada que estaban previstos para otros proyectos en la zona; dijo también que está en proceso la construcción de viviendas cambiando ranchos por casa, ya que el derrumbe afecta a la comunidad en general. “Las escaleras están que quedan en el aire y por el derrumbe de la torrentera el agua de lluvia cae directamente a las casas”.
Dentro de los proyectos que están a la espera en el sector también destacan la vialidad y las reparaciones a la escuela de la zona, la cual fue beneficiada por el proyecto Barrio Nuevo Barrio Tricolor para la restauración de un muro de contención que está todo resquebrajado, colocando en riesgo a los alumnos del área de preescolar, pero también siguen sin recibir los recursos.
Los habitantes reiteraron el llamado a las autoridades gubernamentales a que agilicen la transferencia de los recursos de los proyectos que ya fueron aprobados para disminuir la zozobra en la zona.
El alumbrado público también se suma a las precariedades del lugar, por lo que exhortan a Corpoelec a que se apersone en la zona; “la mayoría de los postes están socavados, algunos necesitan ser sustituidos. Ninguno de los bombillos funciona y hace años que no hacen mantenimiento eléctrico en la zona”, precisó Peña.
Tienen 2 años esperando construcción de su vivienda
La situación de María Peña va más allá de una torrentera derrumbada, su principal problema es que hace dos años, específicamente en noviembre de 2013, llegó al sector un proyecto de construcción de viviendas y ella era una de las beneficiadas, por lo que tumbó su rancho para que iniciaran los trabajos, pero al paso de dos años aún no han puesto la primera cabilla en el lugar y cada día empeora la situación, al punto de que afirman que viven en situación infrahumana.
El consejo comunal de la zona alega que están a la espera de que bajen los materiales para que inicie la construcción de la vivienda. Peña comentó que del proyecto sólo han culminado 2 casas en su totalidad y otras se encuentran en proceso, pero en la de ella no hay indicios del comienzo de la construcción. Ahorita es que le están dando los materiales para la construcción del muro por el derrumbe de la torrentera. La afectada hizo un llamado a todas las autoridades en el ámbito de vivienda a que se aboquen a la situación y agilicen la construcción, ya que tiene a su cargo una persona con discapacidad y varios menores de edad; acotó que tiene 3 hijas que se encuentran en refugio solidario a la espera de viviendas.
Piden poda de un pino canadiense
En el terreno de María Peña se encuentra un pino canadiense que debido a su altura mantiene en zozobra a los vecinos, pues temen que se caiga; hicieron un llamado a Corpoelec a que realice la poda ya que las ramas están encima del tendido eléctrico. “Sabemos que no lo podremos cortar porque es un árbol que está en extinción, pero si hace falta la poda del mismo a la brevedad posible”.gf
Karla Tovar
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