
Pasadas las 8:00 pm del domingo sonaron las cacerolas en el sector Variantes de Guayas del municipio Guaicaipuro; el sonido generado por el golpe de ollas y otros utensilios metálicos no era para protestar contra el Gobierno sino para avisar al resto de los vecinos que algo malo estaba ocurriendo.
“Acá hacemos cacerolazos cuando hay un secuestro, robo, atraco o asesinato”, indica una de las vecinas tras explicar que la intención es alertar a la comunidad cuando se está desarrollando algún hecho delictivo, acción tomada ante la indiferencia de los cuerpos de seguridad. “Esta vez no se trataba de un atraco o de motorizados armados merodeando, era algo peor; habían violado a dos vecinas”, reseñó indignada.
Cerca de las 7:00 pm dos sujetos armados habían logrado ingresar en la residencia de una familia en el sector La Laguna de la populosa comunidad ubicada en el tramo de la Panamericana que comunica la capital mirandina con la población de Las Tejerías.
Los delincuentes tras someter a los presentes procedieron a ultrajar sexualmente a dos mujeres, una de 23 y otra de 30, frente al resto de su familia. “Los sujetos luego de abusar de ellas procedieron a cargar con todo lo que había dentro de la casa, pero como no tenían como llevarse el botín uno de ellos salió a la calle y procedió a secuestrar a un vecino que iba pasando en su vehículo”.
El hombre regresaba junto a su esposa y su hijo de apenas 15 días de nacido a su residencia cuando fue interceptado por el delincuente. “Lo obligó a bajar del carro y bajo amenaza de que mataría al niño y violarían también a su mujer lo obligaron a cargar televisores y otros artefactos en la maleta del carro”, narró la fuente.
Ante lo ocurrido uno de los presentes, familiar de las mujeres violadas, decidió lanzarse sobre uno de los antisociales logrando arrebatarle el arma de fuego. “Fue en ese momento cuando las mujeres salieron a la calle gritando, pidiendo auxilio, es así como se activa el cacerolazo”.
El ruido hizo que vecinos de sectores como callejón Crespo, 17 de Septiembre, kilómetro 41 y La Vuelta entre otros, corrieran hasta el sector La Laguna a ver lo que ocurría. “Yo salí a la calle aterrada sin entender lo que pasaba, fue cuando vi cómo los vecinos sacaban a golpes a uno de los violadores de la casa, el otro había logrado huir”.
El sujeto fue maniatado con un cable. “Le dieron golpes, machetazos, botellazos, lo desnudaron y lo arrastraron por todo el asfalto para posteriormente rociarlo de gasolina y prenderlo en candela, aún estaba vivo”, detalla la fuente entre lagrimas, “nunca imaginé ver a mis vecinos convertirse en asesinos ante la falta de justicia”.
Asegura que más de un centenar de personas decidió tomar la justicia en sus manos ante el temor de que el violador fuera capturado por las autoridades y posteriormente puesto en libertad. “Que sepan los malandros que el próximo que se meta lo matamos igualito”, era lo que gritaban los residentes de la zona mientras linchaban al delincuente.
“Lo que hoy sentimos es dolor, frustración; lo que vivimos nos marcó para siempre, es un trauma para nuestros hijos.La falta de autoridad nos convirtió en monstruos”, agregó otra de las vecinas del sector, quien admitió que al igual que el resto de los residentes no pudieron dormir en toda la noche. “Espero que esto no se repita nunca más en ningún sitio”, dijo.
Aunque Variantes de Guayas pertenece al municipio Guaicaipuro, la primera autoridad en llegar al sitio del suceso fueron efectivos de la Policía del estado Aragua; “nos cansamos de llamar a Poliguaicaipuro, Polimiranda y la Guardia Nacional para que evitaran el linchamiento, llegaron cuando ya no había nada que hacer”, denunciaron.
El cuerpo del hombre permaneció en plena vía pública por varias horas, fue después de la medianoche que efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas levantaron el cadáver. La identidad del sujeto no fue dada a conocer este lunes por las autoridades, los residentes aseguran que no vivía en la zona y especulan que podría ser del sector Cañaote.
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La comunidad más segura
Esta zona ubicada al sur del municipio Guaicaipuro no fue incluida en los llamados cuadrantes de seguridad, los vecinos reclamaron a las autoridades en varias oportunidades la decisión; sin embargo ellos alegaron que por tratarse de la comunidad “más segura” de la jurisdicción no necesitaban del referido plan gubernamental.
En al menos tres reportajes publicados por el diario La Región en las últimas 4 semanas los residentes de esta zona denunciaban el incremento de los hechos delictivos y alertaban sobre la falta de funcionarios; solo dos poliguaicaipuros custodian a más de 10 mil habitantes.
“Lo dijimos mil veces, lo denunciamos por radio y prensa; fuimos a la alcaldía, suplicamos patrullaje y nunca nos escucharon, lo que aquí ocurrió es responsabilidad del gobierno, están obligando a los ciudadanos a tomar la justicia en su manos ante la indiferencia; o matamos o nos matan”, dijo.gf
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Daniel Murolo – [email protected] / @dmurolo