
Más de dos meses tiene el titánico hueco que se extienden por gran parte de la calle de principal de la urbanización Rosaleda Sur, vecinos aseguran que la culpa de la situación que se está viviendo en la zona actualmente es debido a la mala gerencia del alcalde Josy Fernández.
Residentes alegan que el problema comenzó como un pequeño bote de aguas servidas en la vía que baja en dirección a la carretera Panamericana y que, en un pobre intento de parapetear la situación, las autoridades locales iniciaron los trabajos de reparación abriendo más de 50 metros de calle y abandonando súbitamente los trabajos en el lugar.
Elva Castillo, habitante de dicha comunidad sanantoñera, agregó “el bote de agua inició aproximadamente unos meses, la alcaldía hizo acto de presencia pero en vez de hacer todo lo posible para resolvernos el problema lo que hizo fue empeorarlo con creces”.
Resaltó que las cuadrillas enviadas para realizar las reparaciones abandonaron los trabajos súbitamente y que cuando se hizo el reclamo los voceros de la alcaldía se defendieron diciendo que no había material para reparar la vía.
“Lo que hicieron fue agudizar el problema que tenemos aquí dejándonos en una situación peligroso pues estamos a punto de quedar incomunicados parcialmente pues claramente el hueco está buscando su espacio y se hace cada vez más grande” dijo Castillo.
Agregó que no parece lógico para ninguno de los habitantes de la urbanización como se puede iniciar un trabajo de esta magnitud cuando no se cuenta con la organización y los materiales adecuados para concluir la iniciativa.
Dijo, “la alcaldía debería mover cielo y tierra para que les faciliten los recursos que benefician a la su comunidad, no simplemente sentarse de brazos cruzados y esperar que los materiales aparezcan”.
Castillo aseguró que la falta de organización en los trabajos que se iniciaron hace aproximadamente tres semanas se hizo evidente para los habitantes del sector desde el primer momento pues aseguran que el supuesto equipo de trabajo que iba a solventar la situación sólo contaba con dos personas y sin ningún tipo de maquinaria.
“El olor no nos deja vivir”
Vecinos destacaron que una el olor que expide el bote de aguas negras es insoportables a todas horas del día, especialmente en días cálidos.
“El olor no nos deja vivir, en días de sol la peste llega a todos lados y en días de lluvias crece atormente la cantidad de aguas vertidas haciendo que sea imposible siquiera transitar por la zona”, dijeron varios de los encuestados.
Aseguraron que muchas de las actividades deportivas o de carácter recreativo que se realizaban en la zona fueron suspendidas debido a esta situación, “antes la gente aprovechaba estos espacios para caminar o manejar bicicleta con los niños, ahora simplemente no se puede” agregó Castillo.
Demoras en el transito vehicular no se hacen esperar
La calle partida en dos y el predominante hueco de la vía es hoy en día causa común de retrasos en el transito vehicular pues los trabajos inconclusos dejaron nada más una vía tanto para los que llegan como para los que se van.
Residentes aseguraron que esto causa gran congestión en la zona pues el embudo que se forma en la redoma debido a los carros que quieren bajar es permanente y los mantiene atareados constantemente.
Llamado a las autoridades
Castillo y otros residentes coincidieron en un factor: la falta de atención de parte de la alcaldía de Los Salias es cada vez más evidente.
“Queremos hacerle saber al señor alcalde que muchas de las personas que vivimos aquí votamos por él, sin embargo la calidad de su trabajo en nuestro municipio ha dejado mucho que desear, por favor hágase cargo de lo iniciaron aquí”.
ZA