Un equipo de astrónomos ha confirmado que el universo muere lentamente tras estudiar más de 200.000 galaxias y comprobar que la energía producida hoy en una sección del universo es sólo la mitad de lo que era hace 2.000 millones de años, un descenso que se registra en todas las longitudes de onda.
Según informó en un comunicado el Observatorio Europeo Austral (ESO), el grupo presentó hoy en la asamblea general de la Unión Astronómica Internacional los resultados del sondeo GAMA (Galaxy and Mass Assembly Survey), una colaboración de casi 100 científicos de más de 30 universidades ubicadas en Australia, Europa y los Estados Unidos.
El hecho de que el universo se esté apagando lentamente se conoce desde finales de los 90, pero su trabajo muestra que está ocurriendo en todas las longitudes de onda, desde el ultravioleta al infrarrojo, y supone la evaluación más completa de la emisión de energía del universo cercano.
El estudio se apoyó en muchos de los telescopios más potentes del mundo, entre ellos los que posee el ESO en el Observatorio Paranal (Chile), y en observaciones de soporte realizadas con dos telescopios espaciales en órbita operados por la NASA y con otro de la Agencia Espacial Europea (ESA).
“Utilizamos todas las instalaciones terrestres y espaciales a nuestro alcance para medir la emisión de energía de más de 200.000 galaxias en cuantas longitudes de onda nos fue posible”, explicó director del equipo GAMA, Simon Driver, de la Universidad de Australia Occidental.
Los datos del sondeo incluyen las medidas de la emisión de energía de cada galaxia en 21 longitudes de onda, desde el ultravioleta hasta el infrarrojo lejano y se espera que ayuden a los científicos a comprender mejor cómo se forman y evolucionan los diferentes tipos de galaxias.
“Mientras que la mayoría de la energía que se encuentra dispersa alrededor del universo surgió después del Big Bang, la energía adicional es generada de manera constante por las estrellas a través de la fusión de elementos como hidrógeno y helio juntos”, afirmó Driver.