Mary-Kate y Ashley Olsen empezaron en el showbusiness siendo tan solo unos bebés, en el set de Padres Forzosos. Más tarde llegaría su inmersión en el mundo de la moda y el diseño, con el nacimiento de su firma The Row. Sin embargo, su emporio de mil millones de dólares no parece suficiente como para repartirlo entre quienes hacen posible que su empresa vaya hacia delante, porque cerca de 40 becarios que han pasado por la compañía las han demandado por “robo de salarios”.
Pese a que se trata de una demanda colectiva, la principal demandante es Shahista Lalani, que trabajó como diseñadora para las hermanas durante cinco meses en el año 2012. “Era muy exigente”, ha declarado la licenciada en Parsons. “Estuve haciendo el trabajo de tres becarios. Hablaba con ellas todos los días y todas las noches. Recibía e-mails a las 10 de la noche con peticiones para el día siguiente”. Según los documentos presentados ante el tribunal de Manhattan encargado del caso, la diseñadora invertía 50 horas a la semana en tareas que iban de la elaboración hojas de cálculo a las fotocopias, pasando por tareas de costura y patronaje. “Eres como un empleado, salvo por que a ti no te pagan. Cuando no estaba haciendo algo me pedían que organizase botones o que limpiase, no tenía breaks de 15 minutos, me sentía atrapada con tanta presión”.Pese a llevar el caso a los tribunales, Lalani admite que nunca trabajó directamente para las Olsen y que, las ocasiones en que las vio, parecían buenas personas. “No fueron nunca malas con nadie. Son gente de negocios”. Según parece son muchos los interns en la misma situación que Lalani, para los que se exige un salario mínimo y una compensación por las horas extras trabajadas, ya que estaban ejerciendo el mismo trabajo que los compañeros contratados.
Vía El Farandi