El roce del filo de un cuchillo sobre su cuello fue el detonante para que Piedad, de 28 años de edad, decidiera terminar con la relación que desde hace algunos meses solo le ha ocasionado hostigamiento, maltrato y terror.
Por varios años toleró los abusos de su pareja, no tuvo la valentía de irse de su casa o de lo que ella creía era su hogar, el cual día tras día se convirtió en un infierno.
Muchas ideas revoloteaban en su mente, hasta llegó a sentirse responsable de la situación. El qué dirán, el divorcio y la vergüenza son factores que de alguna manera sabotean la decisión de denunciar y terminar con la pesadilla que por tanto tiempo ha sufrido.
Sin embargo, varias noches de miedo le dieron la fuerza suficiente para agarrar a su hija, algunos enseres y salir corriendo con el corazón hecho pedazos pero con la firme convicción de acabar con una relación que le causó daño.
Piedad es el nombre de todas aquellas mujeres que son víctimas de maltrato físico, verbal, sexual y psicológico por parte de hombres inescrupulosos que valiéndose de la baja autoestima de algunas féminas, de sus inseguridades y de la falta de amor propio, las agreden cada vez que quieren.
Este drama es vivido por muchas damas, quienes acuden a las Oficinas de Atención a la Víctima de la Policía de Miranda. Cada caso es atendido por personal debidamente sensibilizado y profesional, quienes se encargan de verificar todos los aspectos legales y acciones pertinentes al proceso. Se establecen los contactos con otros entes para precisar que prosiga la investigación y posteriormente remitir nuevamente a la Policía de Miranda el expediente a fin de realizar las respectivas detenciones que se requieran.
En este sentido, de enero a julio de 2015 los funcionarios destacados en los siete Centros de Coordinación Policial detuvieron a 77 sujetos por el delito de violencia de género; además han atendido 2 mil 846 casos, de los cuales se generaron 700 expedientes instruidos, y aplicaron 730 medidas de protección y seguridad a las víctimas que como Piedad se atrevieron a denunciar el abuso.
Según informó el subdirector de la Policía de Miranda, comisionado jefe Francisco Escalona, los casos de violencia de género se dividen en dos: el ordinario y el de flagrancia, los cuales son procesados ante la justicia venezolana de forma diferente. El ordinario es trabajado en las Oficinas de Atención a la Víctima ubicadas en los Centros de Coordinación Policial de la policía estadal; en este caso la base de la investigación es el examen médico, el presunto agresor es citado y el expediente se remite a la Fiscalía General de La República.
Cuando se trata de una flagrancia, la víctima tiene un lapso de 24 horas para formular la denuncia; se establecen 12 horas para detener al agresor y se demuestra el hecho violento a través de un registro fotográfico con testigos o un examen médico que lo certifique.
En este sentido enfatizó que actualmente la Policía de Miranda, a través de un convenio entre el Ejecutivo regional y la Fundación Hanns Seidel, se encuentra en la fase final de la elaboración de un protocolo propio de atención a la víctima, el cual servirá para optimizar la prestación de servicios para quienes han sufrido casos de violencia de género intrafamiliar, violación de derechos humanos y abuso policial.
“Muchas veces las mujeres ignoran que un simple insulto es una agresión, de esa forma se inicia la violencia de género que a la larga culminará con golpes o situaciones que pueden terminar ocasionándoles lesiones considerables y en algunos casos hasta la muerte; por tal motivo nunca deben permitir escenas violentas en su vida”, dijo.
Hizo un llamado para que todas las víctimas de violencia física, verbal, psicológica o de cualquier otro tipo denuncien en las Oficinas de Atención a la Víctima ubicada en los Centros de Coordinación Policial a lo largo de todo el estado Miranda, o a través de los números telefónicos 0212 321 76 12, 0212 321 62 16, al 171 y a la línea gratuita 0800 mujeres (0800 685 37 37).gf
Egda González
