A pesar de lo que los detractores de nuestra era afirman, nuestra vida es más divertida, atrevida y amable que en épocas pasadas. Eso sí, todas las comodidades con las que vivimos tienen un precio que debemos de pagar, y así nos lo ha enseñado la tecnología. ¿Cuáles son los mayores riesgos que ésta nos ha traído al siglo XXI?
El robo de nuestra identidad
Es algo con lo que ya convivíamos el siglo pasado, pero que llegado este momento se ha convertido en una amenaza constante y global. Tarjetas robadas de crédito, números de la Seguridad Social, contraseñas de redes sociales o datos bancarios son algunos de los robos que más nos pueden fastidiar el día.
Fugas de información privada
De esto se hacen responsables las queridas e idolatradas redes sociales. ¿Cómo puedes evitarlo? Negándote a ese afán de compartir de manera desmedida a través de Facebook o Instagram. Puede irse de las manos o llamar demasiado la atención de hackers que hagan de tu cuenta privada tu peor pesadilla.
Fraude bancario
Las entidades deben de adaptarse a esta nueva era en la que la seguridad de nuestras cuentas bancarias se han visto más que dañadas. Las estadísticas arrojan que el fraude bancario aumento un 71% el pasado año. ¿Nuevas mejoras o diferentes caminos? Lo que sea, pero que cambie ya.
Las webs que no respetan
nuestra privacidad
Creemos vivir en un mundo en el que todo lo que vemos en internet es seguro, pero nada más lejos. Los ficheros de información privada y el seguimiento al que somos sometidos por empresas on line hacen de nuestras búsquedas un blanco al que nos exponemos para ser bombardeados con publicidad innecesaria.
Los trolls de internet
Son más molestos que peligrosos, pero pueden fastidiarnos una conexión con alguien vía internet. Sus actos pueden ir desde bromas a ruinas de vidas públicas, sin embargo todos tienen algo en común: son menos eficaces si sabes a lo que nos estamos enfrentando.
Vía Forbes
