La cantante colombiana Shakira fue la encargada de poner hoy música a la apertura de la Cumbre sobre Desarrollo Sostenible de la ONU, que se completó con un emocionante discurso de la Premio Nobel de la Paz Malala Yousafzai.
Shakira, vestida de blanco, entonó el clásico «Imagine» de John Lennon ante los jefes de Estado y de Gobierno reunidos en la sala de la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde minutos antes intervino el papa Francisco.
«Vivimos en un mundo en el que muchos que nacen pobres morirán pobres. Nos corresponde decidir si somos la primera sociedad que erradica la pobreza y lleva la justicia y la igualdad a las personas más privadas de derechos en la tierra», dijo la cantante.
«Nuestros hijos tienen el derecho a la igualdad de oportunidades, a crecer, a ser felices, saludables y a estar seguros», añadió antes de iniciar su actuación.
La colombiana, quien es embajadora de buena voluntad de Unicef, lidera una campaña para demandar a los gobiernos que aumenten su inversión en educación y en el desarrollo de la primera infancia.
En contraste con el emotivo tema elegido por Shakira, la cantante Angelique Kidjo, también embajadora de Unicef, propuso una celebración «estilo africano» a los líderes de todo el mundo, a los que pidió que cantasen junto a ella.
En esa segunda actuación pudo verse a numerosos diplomáticos dando palmas al ritmo de las melodías de la artista y activista de Benin.
Tras la música, fue el turno de las palabras, a cargo de Malala Yousafzai, quien se convirtió en un icono tras sufrir en 2012 un ataque por parte de los talibanes cuando volvía a casa tras realizar unos exámenes.
Malala compareció acompañada de 193 jóvenes, uno por cada Estado miembro de la ONU, que portaron lámparas para simbolizar la esperanza que representa para su generación la nueva agenda de desarrollo sostenible adoptada hoy por la comunidad internacional.
«El mundo necesita un cambio», dijo la activista paquistaní, que recordó a los líderes el sufrimiento de millones de menores alrededor del mundo, poniendo como ejemplo las imágenes de refugiados fallecidos en el Mediterráneo y de aquellos que continúan en la frontera siria o las lágrimas de los padres de las niñas secuestradas por Boko Haram.
Malala defendió que «la educación no es un privilegio, es un derecho» y pidió a los gobernantes unión para que todos los niños del mundo tengan acceso a ella.
«La educación es esperanza, la educación es paz», terminó la joven su emotivo discurso, tras el cual se inició la apertura formal de la cumbre, que durará hasta el domingo.
Vía EFE