
Astronómica. Así fue la cifra con la que cerró agosto el costo de la Canasta Alimentaria Familiar (CAF) que se ubicó en 78.611,65 bolívares, según el más reciente informe emitido por el Centro de Documentación y Análisis (Cendas), el cual refleja que del séptimo al octavo mes del año hubo un aumento de 220,3 %.
El “golpe al hígado” vino de la mano del retorno a clases, siendo el rubro de educación el que presentó un aumento de 41,8 % con respecto al mismo período del año pasado, llevando a los padres a hacer uso de tarjetas de crédito e incluso solicitar adelanto de prestaciones sociales para cubrir lista y uniformes escolares.
“Tan solo en implementos educativos se me fueron 20 mil bolívares para mi chama que acaba de ser promovida a primer grado y el otro golpe vino con los uniformes, lo cual no ha de extrañar cuando uno se da una vuelta por las zapaterías y descubre que el par más barato y de marca desconocida está por encima de un sueldo mínimo”, se quejó Mayerling Oropeza, residente de El Jarillo, quien además tuvo que visitar al menos seis librerías para hallar todo lo solicitado en la escuela de su hija.
–Las librerías están igual de desoladas que los supermercados. Para hallar los cuadernos cuadriculado y doble línea tuve que caminar varias cuadras y terminar pagando cada uno en Bs. 700. Simplemente la inflación nos está comiendo y el regreso a clases terminó de descalabrar el presupuesto; yo diría que de todos los venezolanos que tienen chamo en edad escolar, porque ni los que los tienen en escuelas públicas se salvan de este dolor de cabeza.
Siguen las colas
Pese a que siguen aplicando medidas para evitar que la gente se aglomere en las afueras de los negocios que expenden alimentos, la realidad es que persiste la situación de las colas, así como la escasez de productos y la inflación galopante.
“Todas las semanas varían los precios de comida, artículos de higiene personal así como de limpieza del hogar. Es impresionante y frustrante lo que estamos viviendo (…) Como se me acabó el champú y el jabón terminé bañándome con lavaplatos líquido y el efecto en mi cabello fue espeluznante”, dijo Elizabeth Rojas, habitante de Carrizal.
Como ella cientos a cientos de criollos les toca ponerse creativos tanto para costear el día a día –según Cendas a la semana se invierte en comida y transporte Bs. 1.000- como para hallar la mercancía. “Si el dinero apenas me alcanza para cubrir lo regulado, no puedo ni soñar con pagarle a revendedores, así que dedico mis ratos libres y fines de semana a buscar mercancía en los supermercados ubicados tanto en los Altos Mirandinos como en Caracas”, agregó la entrevistada, quien ha soportado hasta cinco horas de cola para llevarse un paquete de pañales para su hijo de ocho meses.
Sigue el ascenso
A los problemas para acceder a la mercancía y las interminables colas que se han vuelto parte del paisaje urbano, se le suma la inflación. Según Cendas solo en agosto 10 rubros aumentaron de precio, destacando el café (79,7 %), granos (58,5 %), cereales y productos derivados (28,3 %), azúcar y sal (25,6 %), leche, quesos y huevos (22,6 %), frutas y hortalizas (20,7 %), pescados y mariscos (19,9 %), grasas y aceites (19,7 %), raíces y tubérculos (16%), carnes y sus preparados (11,6 %), mientras que tanto la salsa como la mayonesa mantuvieron el mismo precio de Bs. 311,40.
“Cada vez que uno va al mercado gasta más dinero y sale con menos mercancía. Ya los cestactikets se disuelven como sal en agua porque en mi caso, por ser una empresa pequeña, cobro el mínimo de bono de alimentación, lo que se traduce en aproximadamente Bs. 1.500 al mes, lo que se me va en cuatro manzanas para la merienda de mi niña en la escuela”, precisó Marisela González, habitante de Lagunetica.
–Hay que hacer algo para frenar la fórmula que nos está destruyendo como país y que se traduce en nula producción nacional, escasez y altos precios que nos están obligando a todos a literalmente trabajar para comer, porque el dinero se va como agua entre las manos y apenas alcanza para cubrir la alimentación. Ni siquiera deseo pensar cómo va a ser este diciembre.
Johana Rodríguez – [email protected]/@michellejrl