
Alterado. Así se encuentra el horario de los estudiantes del Simoncito Dr. Edinxon Ipuana, ubicado en los espacios del Hospital Victorino Santaella (HVS), donde los chamos han venido siendo despachados a las 11:00 a.m. pese a que según el reglamento las clases son hasta las 3:30 p.m.
La situación se ha venido presentando desde el inicio de este nuevo año escolar, el 28 de septiembre, y según lo informado en asamblea de padres efectuada este miércoles, se normalizará a partir de hoy jueves.
“Lo que nos explicaron es que el Sistema de Alimentación Escolar (SAE) trabaja con alimentos Mercal, los cuales son despachados cada miércoles. Sin embargo, desde que empezaron ha habido problemas: un día solo surten vegetales, otro pastas y harinas, y casi un mes después y de forma aislada es que llega la carne, lo que evidentemente impide que le hagan el menú completo a los 150 chamos y opten por despacharlos temprano a sus hogares”, denunciaron representantes que se acercaron hasta la sede del rotativo local y se ampararon en el anonimato.
–Esta situación irregular altera la rutina de todos. Muchos representantes trabajamos en Caracas y ya hacemos maromas para recoger a los chamos a las 3:30 p.m., imagínate cuan difícil resulta pasar a buscarlos a las 11:00 a.m.; es una locura, por eso exigimos que resuelvan la situación lo más pronto posible y no se convierta en costumbre esta salidera temprano.
Mientras muchos padres se quejaron por la situación, otros propusieron posibles soluciones. “Para evitar que los niños salieran temprano planteamos que cada chamo llevara, como en los colegios, su lonchera con su comida, pero la respuesta fue un rotundo no alegando que son bolivarianos y deben ofrecer el servicio de comida”, afirmó otro padre.
–Todos sabemos lo duro que se ha vuelto conseguir los alimentos y por eso pretendemos ayudar, pero la directiva para no reconocer lo que está pasando opta por resolver atendiendo durante menos horas a los niños que en teoría deberían recibir fijo desayuno, almuerzo y merienda según los despachos de productos Mercal.
Molestia acumulada
La queja de los representantes no es nueva. “Nos dijeron que desde el ministerio cambiaron el horario: antes los niños entraban a las 8:00 a.m. y salían a las 4:00 p.m., lo que a muchos les resultaba más conveniente; ahora rodaron media hora: entran a las 7:30 a.m. y salen a las 3:30 p.m. A muchos les parecerá insignificante, pero a madres solteras como yo les pega porque tengo que estar alterando el horario en el trabajo y mi jefe es comprensivo pero no tanto”, alegó otra entrevistada.
Al consultar con trabajadores de la institución sobre la situación denunciada, señalaron que están haciendo lo mejor que pueden y que, como el resto de las instituciones educativas, se las están viendo cuesta arriba por la escasez de productos de primera necesidad.
“Los padres deben ser más comprensivos y colaborar lo más que puedan con nosotros para garantizar la mejor calidad de atención a los pequeñitos que cuidamos con vocación y amor”, dijo una trabajadora que no se identificó por no estar autorizada por su superior a declarar a la prensa.
–Tan concientes estamos de la problemática que se convocó la asamblea para escuchar todos los puntos de vista y llegar a un feliz término (…) Aprovechamos el medio para reiterar a los padres que esto no es un depósito de niños. Es una institución educativa donde trabajamos con los más chiquititos de la casa; es decir, los vamos formando en la etapa más cumbre, porque aunque muchos creen que ellos no entienden, la verdad es que son muy perceptivos. Quisiéramos hacer mucho más pero no contamos con suficientes microondas para calentar la comida de los 150 chamos en caso de que se la enviaran de sus hogares, ni con una gran nevera para conservar esos alimentos. Es una situación delicada y trabajamos para solventarla pero todo será más fácil en la medida en que todos los involucrados nos apoyemos.
Johana Rodríguez – [email protected]/@michellejrl