Se dice que cuando alguien fallece ‘‘pasa a mejor vida’’ o se va ‘‘a un lugar mejor’’; sin embargo, los difuntos que se encuentran reposando en el cementerio municipal de Los Teques solo están rodeados de maleza, basura y estructuras en mal estado.
Tras un recorrido por gran parte de la necrópolis se avizoraban tumbas en pésimas condiciones. Tapas partidas, lápidas despedazadas y escombros por doquier adornaban los primeros niveles del lugar.
Solamente en los primeros tramos del camposanto se han realizado trabajos de desmalezamiento; no obstante, al caminar hacia la interioridad del sitio de reposo se puede constatar que la maleza hace de las suyas.
Hay quienes aseguran que la limpieza de la entrada al cementerio se debe a la visita masiva que recibirá este fin de semana, previo a la celebración del Día de los Muertos; sin embargo, el resto del año el recinto no es más que ‘‘monte y culebra’’.
‘‘En la entrada todo está relativamente limpio pero si subes a la parte más alta del cementerio te encuentras con tumbas que ya ni siquiera se ven por tanto monte que hay. Aquí la gente que tiene a sus familiares no colabora, todo quieren dejárselo a los que están encargados del lugar y eso no debe ser así’’, relató Mariela Rivas, dama con familiares sepultados en el sitio.
Por su parte, Gonzalo Pérez, quien se encontraba haciendo una visita rutinaria a la última morada de su hermano, aseguró que ‘‘se le paga a los trabajadores para que le hagan mantenimiento a las tumbas pero cobran y se hacen los locos. Tú pasas al tiempo y todo está igual’’.
Ante el venidero Día de los Muertos que anualmente se celebra el 2 de noviembre, solo algunos familiares se han acercado para llevar flores y hacer limpieza al sepulcro de sus seres queridos, razón suficiente para observar cómo la mayor parte del cementerio se encuentra repleto de basura, maleza y escombros de tumbas resquebrajadas.
Mientras los visitantes se internan en el corazón del campo sepulcral pueden observar cómo las tumbas más descuidadas se han convertido en escalones para ascender hacia los lugares más elevados.
Trabajo a medias
Una serie de tumbas con monte encima son el saldo de trabajos inconclusos de desmalezamiento que se han hecho en el lugar. ‘‘La iniciativa de cortar la maleza está, sin embargo, con el transcurrir del tiempo las ganas se apaciguan y todo queda hecho a medias. Aquí cortaron monte y dejaron todo tirado en medio de la caminería; eso fue hace tiempo ya porque la vegetación está seca’’, apuntó Carlos Ramos mientras subía hasta la tumba de su hermano.
Animales indeseables
Debido al extenso terreno que actualmente se encuentra cubierto por la maleza, hay animales que han sorprendido a más de un descuidado a la hora de una visita.
‘‘La última vez que vine fue hace 3 meses y mientras estaba observando la tumba y haciendo una oración por las almas de mis familiares, una culebra venía saliendo desde una rendija, eso es un peligro. Si un animal de esos te pica, ¿Quién responde por tu salud y los gastos que conlleva una recuperación de esa índole?’’, finalizó Rivas.
Hay tumbas profanadas
Hace dos semanas, una dama denunció como unos sujetos abrieron la tumba de su fallecido nieto para enterrar a otras personas. La fémina se comunicó con efectivos de la policía local y tras ese incidente, hay detenidos en los calabozos de Polimiranda.
Una lápida vale 12 mil
Con la celebración del Día de los Muertos a escasos días, los trabajadores que se encargan de realizar obras de acondicionamiento se están embolsillando una jugosa suma de dinero. Según relató un visitante que prefirió no revelar su identidad, ‘‘por hacer una lápida sencilla con un nombre me están cobrando 12 mil bolívares, eso es un exabrupto’’.
Por trabajos más elaborados como instalación de rejas hay quienes deben bajarse de la mula con cerca de Bs 20.000.gf
