Lucecitas: Bs. 1.125. Caja de cuatro bambalinas: Bs. 4.500. Nacimiento miniatura: Bs. 4.000. Estos son los precios que hacen que los pocos compradores interesados en refrescar la decoración navideña en su hogar desistan y se vayan con las manos vacías.
“Parece mentira que hasta hace tres años con su sueldo mínimo se podía hacer tantas cosas y ahora ni siquiera alcance para hacer mercado”, dice en tono quejumbroso Aleida Rojas, quien recorría locales en busca de luces para su arbolito de Navidad.
–No es una cuestión de vanidad sino de necesidad. Todos los años se dañan y toca renovar las luces; el tema es que en el 2013 con mil bolívares compré cinco extensiones de 100 y este año con ese monto no me da ni siquiera para comprar una. Con lo aguado que está el ambiente no tengo ánimos de decorar mi casa, pero tengo dos chamos de 5 y 7 años que me tienen la campaña de cuándo voy a hacerlo.
Vendedores del ramo señalan que este año ha sido el más caótico de los últimos tres. “La tendencia es que cuando se trata de año electoral la gente se enfoca en comprar comida; durante cada día del 2015 la gente no ha hecho otra cosa que estar clavada de pata y cabeza en los supermercados, por lo que estos artículos no rondan entre sus prioridades”, dijo Rafael Bolívar, encargado de una quincallería en el casco central de Los Teques, donde los productos navideños lucen intactos desde que los sacó del depósito.
Johana Rodríguez – [email protected]/@michellejrl
