
Cientos de vecinos que tienen como lugar de residencia el callejón San Luis del sector La Carbonera ven como los días pasan y su seguridad habitacional se ve vulnerada un poco más. El motivo no es otro que una falla de borde que podría dejarlos sin acceso a sus hogares.
La vialidad por el sector es una cruz de huecos y desperfectos que atentan contra la integridad de los vehículos, no obstante, el principal dolor de cabeza que enfrentan los moradores de la zona es el posible derrumbe de la calle que los comunica con sus viviendas.
Las recientes lluvias han puesto a temblar a los habitantes del callejón ya que están totalmente seguros de que el barranco no aguanta un aguacero más. ‘‘Vivimos con miedo que luego de una lluvia la calle se nos caiga y quedemos o encerrados, o sin posibilidad de poder llegar hasta nuestras casas’’, afirmó un vecino.
En el peor de los casos, cerca de 30 familias son quienes sufrirían las consecuencias del derrumbe de la montaña, sin embargo, ‘‘es necesario que lo antes posible se realicen trabajos de acondicionamiento en el lugar para evitar una catástrofe.
‘‘Necesitamos que la Alcaldía de Carrizal o la Gobernación de Miranda envíe una comisión para evaluar nuestras necesidades, puesto que no es justo que todas las noches debamos rezar hasta lo que no nos sabemos por el miedo que tenemos de que se nos caiga la vía’’, aseguró una fémina que prefirió reservar su identidad.
Los habitantes contaron que hace meses parte del terreno afectado cedió y empezó a deteriorarse la vía, luego se cayó parte de la carretera y hasta ahora temen que pase lo peor.
‘‘En aquella vez el barranco se vino y dejó en el aire parte de la estructura de la carretera, después la calle se cayó a pedazos y hasta el sol de hoy solo un carro pequeño tiene chance de pasar por ahí. Esperamos que esta situación logre solucionarse lo mas rápido posible porque aquí hay niños pequeños y personas mayores; sería un caos para todos’’, destacó.
Por último, aunque no menos importantes, están los desagües en mal estado de la zona. En primer lugar, la basura y demás desperdicios se acumulan en las alcantarillas, haciendo dificultoso el proceso de drenaje de agua al momento de los torrenciales aguaceros que azotan a los Altos Mirandinos de cuando en vez, y además, algunas tapas se encuentran partidas, posibilitando el daño al tren delantero cualquier carro que allí caiga.
‘‘Todas esas alcantarillas necesitan limpieza a profundidad porque están hasta las metras de tierra y basura’’, comentaron los residentes, sin embargo, su mayor preocupación gira en torno a los daños que reciben los carros que circulan por ahí.
‘‘Hace días un carro quedó incrustado en esa alcantarilla y costó Dios y su ayuda para poder sacarlo de allí. Necesitamos soluciones urgentemente, parece que esta fuera tierra de nadie’’, alegó un vecino que desde hace 20 años hace vida en el sector.
Árbol a punto de caerse
No solo la vía amenaza con caerse y hacer pasar un mal rato a los lugareños, ya que un árbol ubicado al filo de la montaña está a punto de caer sobre el canal de la carretera Panamericana con sentido hacia Los Teques.
‘‘Ese cerro siempre cede cada vez que hay una lluvia, sino pregunten a los trabajadores que siempre disponen en la carretera a la hora de recoger la tierra que se desliza’’, explicaron los preocupados residentes.
‘‘Si viene un palo de agua de los buenos ese árbol se va a caer y provocará tremendo inconveniente a los que en ese momento estén circulando por la Panamericana’’, dijeron.
Necesitan contenedores
Si bien la recolección de basura por el sector es catalogada como ‘‘buena’’ por quienes allí viven, se necesita la instalación de contenedores para el depósito de las bolsas.
‘‘Todos tiramos la basura a orilla de calle porque no hay un lugar especifico para depositarlas; sería bueno que nos ayudaran con un contenedor para el beneficio de toda la comunidad’’, concluyó uno de los habitantes.
Frederick Ortiz
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