Dos fallecidos fue el saldo arrojado durante la noche de este domingo luego de que unos delincuentes ingresaran armados a las inmediaciones del Hospital Victorino Santaella (HVS) y abrieran fuego contra sus víctimas en la salida del jardín terapéutico del nosocomio, frente a la antigua entrada a la sala de emergencias.
La primera persona respondía al nombre de Alejandro de Jesús Quintana, de 44 años de edad, quien según informaron las fuentes extraoficiales era a quien los delincuentes perseguían. Mientras que el segundo fallecido se trató de un mendigo, quien aún no ha logrado ser identificado, que dormía en los alrededores del jardín terapéutico y que fue ultimado presuntamente por intentar llamar la atención de las autoridades locales al momento de los hechos.
Testigos presenciales del crimen detallaron que los perpetradores del homicidio se encontraban a bordo de una moto y que, debido a las características del crimen y la rapidez con la que actuaron los involucrados, se trató de un presunto ajuste de cuentas donde el mendigo pagó las conciencias por encontrarse en el lugar y en el momento equivocados.
Fuentes oficiales informaron que Quintana recibió un total de 3 impactos de bala a nivel craneoencefálico y que ingresó de emergencia al nosocomio alrededor de las 9 y 35 minutos de la noche y falleció poco después de una hora.
En cuanto al mendigo, se conoció extraoficialmente que recibió varios impactos de bala en su anatomía y que para el momento en que las autoridades procedieron a trasladarlo ya el cuerpo se encontraba sin vida en el lugar donde solía dormir.
Autoridades locales indicaron que los perpetradores de ambos crímenes no se encuentran identificados y que el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) se encuentran investigando el caso.
Por su parte usuarios del Santaella así como funcionarios públicos que laboran en sus inmediaciones exigieron reforzar inmediatamente las medidas de seguridad dentro y fuera del nosocomio pues hace pocas semanas también se reportó un fallecido en las puertas del hospital.
Indicaron que las medidas de control que se le aplican a las personas que entran y salen de las instalaciones son prácticamente inexistentes y que, incluso las fuerzas del orden público, se encuentran a merced de los delincuentes.
ZA
