
Lejos de pasar las fiestas decembrinas en un clima alegre, los habitantes de los bloques de El Barbecho han visto cómo su Navidad transcurre en medio de una terrible sequía que hasta los ha limitado en la elaboración de las comidas que conforman la cena navideña.
Según informaron varios residentes que se encontraban en la plaza del sector, ‘‘el agua viene un día para no llegar en un mes’’, razón por la cual les ha tocado ingeniárselas para poder pasar los días decembrinos en total calma.
‘‘El agua llega un jueves pero inmediatamente el viernes ya no hay surtido en la tubería’’, explicó Emilio Flores asegurando que esta tónica ha sido frecuente hasta el inconveniente suscitado hace más de una semana.
Debido a la terrible situación por la cual pasan, la mejor opción ha sido comprar garrafones de agua mineral o almacenar un poco en tobos y ollas cuando el suministro se normaliza.
‘‘Aquí se gasta un dinero exorbitante en la compra de botellones de agua potable; como ya tenemos cerca de 9 días sin agua nos ha tocado desembolsillar billete sobre billete para comprarlos y tener si acaso algo para tomar’’, explicó Vicente Yánez.
Teniendo en cuenta lo delicado de la situación, los mismos vecinos informan que desde hace más de 2 años no se le ha visto la cara a trabajador alguno con identificación de Hidrocapital.
‘‘Hemos hecho cartas infinidades de veces para que envíen alguna cuadrilla que inspeccione y evalúe cuál es la causa del problema; sin embargo, solo nos dicen que debemos esperar’’. Hasta el sol de hoy, cuenta Yánez que de tanta espera solo se ha empeorado la situación.
— Al principio solo era un día o dos cuando se nos iba el agua, ahora ya vamos para más de una semana que no tenemos ni siquiera para bañarnos o hacer comida; verdaderamente esto es algo que nos tiene al borde de la locura.
Maromas para el 24
El 24 de diciembre es una fecha reconocida como aquella en la cual todo el mundo se exhibe bien vestido con los estrenos de turno, pero cuenta Yánez que en su casa este año tocó recibir el 24 ‘‘sudados y con ropa de casa porque como nunca llegó el agua no quisimos estrenar sin habernos bañado’’.
Es algo que suena un tanto gracioso y hasta el mismo Vega comentó entre risas que nunca en sus 54 años como residente de la comunidad El Barbecho le había tocado pasar una Nochebuena sin bañarse o lucir ropa nueva.
A su vez, la realización de las hallacas, el pernil y la ensalada de gallina se vio paralizada en muchos hogares ya que el preciado líquido brilló por su ausencia.
‘‘La situación en el país no está buena en ningún sentido y eso lo terminamos pagando los pobres; espero que el año próximo no tengamos que pasar por la misma penuria’’, dijo.
La cancha se está cayendo
Dejando atrás el problema con el agua, el turno de denunciar fue para Juan Aquino, quien tajante en sus declaraciones afirmó que la única solución para rehabilitar el inconveniente suscitado con la cancha ‘‘es tumbarla y hacer una totalmente nueva’’.
–Se está cayendo y eso representa un peligro inmenso porque con el paso del tiempo se ha ido agrietando, además de haber cedido algunos centímetros del lugar donde originalmente fue construida.
‘‘Hace 20 años que esa cancha está en pie pero tiene un desnivel y por eso ha ido cediendo poco a poco; hasta que esa construcción no se venga abajo nadie va a hacer nada al respecto’’, resaltó.
Atracos por falta de alumbrado
‘‘Desde la comandancia hasta los bloques no hay nada de luz y eso repercute claramente en la gran cantidad de atracos que se ven diariamente en la zona’’, recalcó Emilio Flores mientras señaló que una reparación rápida de los focos podría poner punto final a los actos vandálicos.
‘‘Si a toda la comunidad le hacen mantenimiento y se iluminan las calles y callejones, pienso que los robos podrían disminuir gradualmente ya que los choros se valen de la oscuridad para hacer sus fechorías’’, cerró.gf