Prescindir de las tradicionales cenas del 24 y 31 de diciembre fue una decisión que tomaron en algunos hogares altomirandinos al notar que los precios de los ingredientes navideños se han multiplicado hasta por diez en solo un año.
“Antes en mi mesa había hallacas hasta para regalar, pernil, jamón planchado, pan de jamón, ensalada de gallina, torta negra, panettone, manzanas, peras, avellanas, nueces, mandarinas, vino, whisky, ponche y champaña, todo en juego con una decoración que era renovada cada Navidad, pero con los costos tan altos de todo, para recibir al Niño Jesús nos reunimos en familia pero para degustar pasticho que pasamos con refresco. El brindis fue con sangría que fue lo más barato y rendidor que encontramos”, dijo Jaferlina Chacín, vecina de Santa Rosa.
–El año pasado el kilo de pernil se podía llevar por 450 bolívares pero éste donde se consigue no es por menos de 1.500. Un pan de jamón que en 2014 se llevaba en 400 bolívares, cuando muy caro 700 y porque era de hojaldre y queso crema, ahora no baja de 2.300 y aparte de pequeño es pura pasa y jamón de mala calidad.
En otros hogares optaron por eliminar algunos elementos, como fue el caso de la familia Palmero en La Matica, quienes hicieron hallacas y ensalada de gallina. “Eliminamos el pernil y el pan de jamón. En bebidas espirituosos optamos por llevar una bombona de sangría porque no encontramos cerveza en ninguna licorería de Carrizal ni Los Teques”, expresó Pedro, padre de la familia conformada por otros dos adultos y tres niños.
–Fue una temporada dura; sin embargo, no quiero que mis chamos crezcan si vivir esta tradición. Son días limitados, pero con la firme esperanza de que todo mejore en los venideros años, cuando anhelo retorne la abundancia.
Johana Rodríguez – [email protected]/@michellejrl
