Tres PNB implicados en muerte de efectivo de la policía regional

FOTO ABRE (ALFREDO PEREIRA)Se logró conocer que los pistoleros arribaron al lugar a bordo de un vehiculo marca Fiat, modelo Uno, color plata, de placas AI972KA, el cual fue hallado en el modulo de los nacionales, en ese mismo lugar fueron detenidos el oficial Wladirmir Valbuena, el oficial agregado Wilson Marchan y el oficial Ewin Fuentes.

Uno de los nacionales se encuentra herido en una clínica local, mientras que los otros dos permanecen detenidos en el comando ubicado en La Macarena en Los Teques

*Hace dos años, el supervisor jefe Hermes Marquez resultó herido durante una emboscada que se registró en la escalera 4 de Palo Alto en la capital mirandina

Con la intención de determinar las razones que generaron el enfrentamiento armado que se registró la noche de este sábado en un local ubicado en el sector Cumbre Roja de la carretera Panamericana, donde resultó fallecido el jefe de investigaciones de la Policía de Miranda (Polimiranda), comisiones del Eje contra Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y  Criminalísticas (Cicpc), iniciaron las averiguaciones con la captura de tres efectivos de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) implicados en el hecho.

Se logró conocer que el supervisor jefe Hermes Márquez (45) se encontraba en el lugar del suceso en compañía de unos amigos, cuando se hicieron presentes los nacionales, sin mediar palabras desenfundaron un arma de fuego contra los presentes y fue entonces cuando se inició el enfrentamiento.

Márquez recibió un disparo certero en la región del cráneo que acabó con su vida de forma inmediata, quedando su cuerpo tendido en el pavimento, dándole oportunidad a los homicidas de huir del lugar con el arma de reglamento del efectivo de la policía regional.

Tras conocerse la información de los sucedido, comisiones de Polimiranda que se trasladaron hasta el lugar y entrevistaron a los testigos, quienes señalaron a unos funcionarios de la PNB destacados en el comando de Puerta Morocha, como presuntos responsables.

Se logró conocer que los pistoleros arribaron al lugar a bordo de un vehiculo marca Fiat, modelo Uno, color plata, de placas AI972KA, el cual fue hallado en el modulo de los nacionales, en ese mismo lugar fueron detenidos el oficial Wladirmir Valbuena, el oficial agregado Wilson Marchan y el oficial Ewin Fuentes, quien resultó herido en el tórax durante el enfrentamiento y se encuentra recluido en una clínica local.

Van tres policías muertos
Con la muerte de Márquez, asciende a tres la cifra de efectivos de seguridad caídos a manos del hampa en los primeros 10 días del 2016. Como se recordará el 2015 cerró con la muerte de 600 funcionarios policiales, 120 en Caracas y de la Policía de Miranda específicamente fueron ocho.

Un nuevo ataque
Esta no sería la primera vez que el supervisor jefe Hermes Márquez, es atacado por la delincuentes, precisamente un 9 de enero pero en el 2014 el funcionario policial recibió un disparo en el glúteo, luego de ser emboscado en la escalera 4 de la comunidad Palo Alto, donde residía en Los Teques.

En esta oportunidad el funcionario corrió con la suerte de que el disparo no afecto órganos vitales y continuó ofreciendo sus servicios a la policía regional, destacado como jefe del área de investigaciones.

Por su parte, el comisionado José Chacón jefe de la Dirección de Investigaciones y Estrategias Preventivas (Diep), manifestó su pesar por la muerte de un excelente policía, quien se destacó como investigador y desarrolló una labor ejemplar al desmantelar bandas criminales dedicadas a la distribución y venta de drogas. Resaltó que Márquez deja una viuda y seis hijos en orfandad. “Siempre admiramos su rol de padre, dedicado, amoroso y consecuente con cada uno de ellos”.

Apuntó que “nuestra policía se encuentra de luto, no solo porque Hermes representa el primer funcionario asesinado de la Policía del Estado Miranda en lo que va de 2106, sino que perdimos a un valioso servidor público, quien tenía más de 20 años de servicio, en los que logró la admiración y reconocimientos de sus compañeros y superiores”.

Polimiranda rechaza muerte de su jefe de investigaciones

Carta de Polimiranda a la colectividad
“Jefe, no puedo volver a mi casa”

A tan solo escasas horas de haber culminado una rutina de trabajo que implico el arriesgar su vida durante 24 horas al servicio de la comunidad en el sector donde patrulla, Jesús, exhausto y ansioso no pudo regresar a su casa a descansar junto a su familia.

Le explicaba a su jefe como en días pasados, justo frente a su residencia en una barriada caraqueña, cuerpos policiales ajenos a su entidad iniciarían un despliegue organizado contra delincuentes que residían en el sector.

La búsqueda arrojó sus frutos y dejó como saldo más de una decena de fallecidos, de esos que otrora mancharon sus manos con sangre de personas inocentes y, hasta en algunos casos, de policías.

Esa era la causa por la cual Jesús no podía volver con tranquilidad a su hogar junto a los suyos. Aunque no participó en la redada, tan siquiera se encontraba en el lugar del hecho en el momento del mismo, él reside allí y su familia también, “viviendo” con el miedo a resarcimientos y venganzas por el hecho de ser un servidor de las normas y las leyes.

Hasta dónde, nos preguntamos, llega el brazo de la ley y no solo para resolver y atacar crímenes callejeros sino para proteger a quienes les combaten a diario como Jesús.

Dónde está el Estado “protector” y garante que se ocupe de las necesidades de funcionarios quienes a diario salen de sus casas portando con orgullo el uniforme de la digna institución que representan y que sienten el temor de volver a su terruño.

De necesidades hablamos no sólo de beneficios socio económicos, méritos o estatus, hablemos de calidad de vida, de seguridad, de estabilidad, hablemos de su derecho intrínseco a la vida, de proteger al policía tal y cual como él juró proteger a la ciudadanía.

No podemos hacernos la vista gorda ante la alarmante mortandad de funcionarios policiales que caen a diario ante nosotros víctimas de delincuentes ensañados y ensimismados en su maldad procurando dañar al prójimo.

No permanezcamos indiferentes ante este flagelo que, sin cavilar, llega a nosotros.

No son sólo funcionarios que yacen sin vida en las calles de una ciudad altamente peligrosa, son también hombres, mujeres, jóvenes y niños que se desploman ante la malevolencia.

Personas que temen salir y volver a sus hogares en busca de paz, de esa que no encuentran en la calle, en sus pensamientos, en la cotidianidad del día a día.

Yhanny Casares
ycasares@diariolaregion.net / @YhannyCCM

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