
El barrio de Petare fue escenario, como ya es tradición, de la representación del viacrucis, una actividad promovida por el municipio y los sacerdotes de la zona y actuado por vecinos del lugar que procuran participar en el acto para buscar paz en una zona «complicada».
Unas 2.000 personas acompañaron al Jesús de Petare y a sus captores en su doloroso recorrido y aprovecharon para pedir por los problemas que los agobian, incluyendo el problema de inseguridad y criminalidad que azota a todo el país, en especial a las zonas populares.
«Es un trabajo más que todo espiritual, para mi es fundamental estar participando aquí porque me aleja de los vicios del mundo, en especial porque estoy viviendo en un barrio bien complicado y esto me ayuda estar conmigo mismo en paz», dijo a Francisco Barriles, que representó a uno de los sacerdotes que expuso a Jesús ante Pilato.





NDP