«Desde que mi hija fue diagnosticada con cáncer vivo de la caridad colectiva”

María Valentina requiere comenzar en abril un tratamiento que requiere tres ampollas semanales de Asparaginasa.
María Valentina requiere comenzar en abril un tratamiento que requiere tres ampollas semanales de Asparaginasa.

El 11 de enero fue el peor día de la vida de María Alejandra Reverón: su pequeña hija de tan solo 11 años fue diagnosticada con Leucemia Linfocítica Aguda. No solo le tocó superar aquellas palabras médicas que apenas podía procesar, sino que entonces comenzó su cruzada para conseguir los medicamentos.

Un quebranto seguido de una hinchazón en manos y pies fue el motivo de consulta médica. “Supuse que era Zica, pero al llevarla al doctor la diagnosticaron oportunamente: era cáncer”, dijo la madre de María Valentina Ortuño Reverón, quien residía en Margarita, pero en busca de tratamiento tuvo que ir a residenciarse en casa de un familiar en Los Teques para que su hija fuera tratada en Caracas.

“Creo que Nueva Esparta es uno de los estados más afectados del país por la crisis a todo nivel que estamos viviendo, así que tuve que dejar todo, casa y empleo, para buscar que mi niña fuera atendida. La doctora se impresionó al ver que la médula tenía 98 % de presencia de células malignas; sin embargo, su oportuno diagnóstico nos permitió trabajar rápido”, dijo.

Pese a que la pequeña presenta remisión completa, debe seguir sometiéndose a quimioterapias durante dos años para garantizar que no reincida la enfermedad, por lo cual requiere que le coloquen semanalmente a partir del 11 de abril tres ampollas de Asparaginasa, -lo que en dos años se traduce en 90 unidades-. Lastimosamente el medicamento no se consigue.

–Desde que mi hija fue diagnosticada con cáncer vivo de la caridad colectiva porque me he tenido que valer de las redes sociales a ver quién puede ayudarme.

Las repuestas han abundado. “Hay en Perú, donde se consigue la unidad en 68 dólares y en Colombia, donde oscila cada una entre 120 y 170 dólares, noticia que en principio me contentó, luego caí en cuenta en lo difícil que es acceder a las divisas y toda esa emoción se disipó para convertirse en frustración”, reveló.

Sin embargo, las ganas de ver a su hija totalmente sana la llevan a no rendirse y a seguir en la cruzada que emprendió desde el mismo día que supo de la enfermedad. “Cuando decaigo es mi niña la que me da fuerzas para seguir, en medio de este duro capítulo de nuestra existencia ella nos da lecciones de vida todos los días: no se queja, es dócil, no se resiste a los tratamientos y siempre está con una sonrisa dibujada en el rostro. Es un ángel”.

Encuentro celestial

En medio de la procesión del Santo Sepulcro el pasado viernes, María Valentina, quien no ha vuelto a su salón de sexto grado desde el mes de diciembre, estaba con su abuelita cuando fue alcanzada por un par de jóvenes, Axel Espinoza y Marcos Betancourt, a quienes su madre cataloga como dos angelitos.

“Vimos a la niña y nos acercamos a ofrecer nuestra ayuda”, confesó Marcos, quien junto a su compañero lleva adelante una campaña a través de las redes sociales para conseguir los medicamentos a través de la etiqueta #AyudemosAMariaValentina y por la cuenta en Instagram @AyudaAMariaV.

La pequeña de 11 años fue diagnosticada en enero.

Aunque la receptividad ha sido maravillosa y muchas personas generosas han hecho sus aportes, los médicos de la pequeña insisten en la necesidad de que los medicamentos sean originales y no genéricos.

“Acudí a una fundación y llevan más de un año sin recibir medicamentos; en el Seguro Social trabajan con lo que les llega y en las Farmacias de Alto Costo la situación de escasez se repite; están saliendo adelante con lo que llega pero lastimosamente para esta enfermedad si es vital en la efectividad que sean originales”, dijo la madre de María Cristina.

Apelando a la buena voluntad demostrada por los venezolanos, próximamente estarán realizando un potazo a nivel nacional. “No hemos puesto fecha porque con la escasez de mayonesa no hay envases; suena insólito pero es cierto”, atajó Betancourt, quien espera estar precisando la actividad en los próximos días.

–Algo que no escasea es la buena voluntad del venezolano. Sé que en esta situación tan difícil, que lastimosamente se repite en cientos de hogares venezolanos, muchas personas se pondrán la mano en el corazón y ayudarán a esta pequeña venezolana a salir adelante y ver materializados sus sueños.

Johana Rodríguez – jrodriguez@diariolaregion.net / @michellejrl

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