
La venta de ropa usada o “venta de garage” ha tomado auge en las redes sociales ante la crisis economía como una manera de solventar las huecos en el presupuesto familiar.
Melida Gálvez, tiene una bebe de 9 meses, “vendí toda la ropa de la beba de los primeros seis meses y compre ropita de mayor tamaño”, señala la fémina quien agrega que también ha hecho trueque de ropas con sus amigas que también son madres y tiene un Club de Mamas en el whatsapp. “La idea es que no les falte nada y así vamos resolviendo gastos que no se pueden hacer porque el sueldo no alcanza”, dijo la docente de un centro de educación inicial tequeño.
La comercialización de ropa previamente usada no es algo nuevo, pero sí es una práctica poco común, gracias al amplio acceso a prendas nuevas y de bajo costo que existe en la mayoría de los países del mundo.
Sin embargo, en Venezuela, la venta de ropa de segunda mano se está volviendo una práctica cada vez más popular debido a la combinación de dos factores: la crisis económica y la aparición de nuevas tecnologías que favorecen la conectividad.
A través de páginas web, redes sociales y blogs, emprendedores del sector ponen a la venta prendas de vestir y accesorios de segunda mano con costos muy inferiores a los que se pagarían por una prenda nueva comprada en un centro comercial o incluso en un mercado. También hay una ganancia para el que vende, quien usualmente se queda con un porcentaje del valor de la prenda.