Las largas filas por productos regulados no cesan en la región altomirandina. Solo este martes una kilométrica cola bordeaba la carretera Panamericana para llegar al supermercado Súper Líder, donde vendían seis kilos de azúcar a precio regulado.
Es un tema recurrente. Antes de salir el sol ya hay cientos de compradores esperando a las puertas de supermercados y farmacias con la intención de abastecerse de productos regulados.
Personas en la fila denunciaron que llegan autobuses de otras ciudades y se bajan en las colas a comprar.
Las largas filas por productos regulados no cesan en la región altomirandina.
Solo este martes una kilométrica cola bordeaba la carretera Panamericana para llegar al supermercado Súper Líder, donde vendían seis kilos de azúcar a precio regulado.
Muchas de las personas que allí se encontraban informaron estar desde la noche anterior, e igualmente se quejaron de la llegada de busetas y autobuses con gente procedente de otras ciudades, incluidos poblados de Valles del Tuy.
“Sabemos que no es gente de esta localidad porque no saben ni donde están”, dijo Alberto Camero, comprador.
La fila de mujeres y hombres prácticamente llegaba hasta el distribuidor Los Cerritos.
“Yo llegué a las 3:00 am y estas son horas que no he podido entrar porque los guardias nacionales no respetan a las personas de la tercera edad”, se quejaba un adulto mayor cerca de las 1:00 am.
Esta fila salía del centro comercial y bajo el sol llegaba a la entrada de la comercializadora Makro.
Algunas personas afortunadas salían con papel sanitario y azúcar, aunque después del mediodía persistía la cola.
Pola Del Giudice Ortiz
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