
Consumir vitaminas es un duro golpe al presupuesto familiar si son prescritas por algún galeno para determinada dolencia. Solo una caja de vitamina C puede costar desde Bs 2.900.
“A mi hijo le recetaron vitaminas C, B12 y Omega 3, en esos tres medicamentos pagué 13.256 bolívares”, refirió Matilde Arteaga, vecina de Carrizal.
Destaca que entre los altos costos y la escasez se “va la vida de los venezolanos. Perdemos calidad de vida y nos envejecemos con tanta angustia”, dijo la madre de dos niños de 7 y 9 años de edad.
La lista de productos que literalmente han desaparecido de las estanterías incluye desde antigripales hasta vitaminas para embarazadas, sueros, fórmulas lácteas infantiles y anticonceptivos, lo que ha generado molestias entre cientos de compradores.
El gerente de un supermercado local manifestó con evidente preocupación que “por lo pronto no se vislumbra una salida en el corto plazo a esta grave crisis. En caso contrario, seguiremos estancados hasta nuevo aviso”.
Refirió que de formulas lácteas si acaso llega una caja cada dos o tres meses y solo trae 12 potes. PDO/gf