
El presidente Enrique Peña Nieto envió durante un acto público un mensaje de solidaridad para las víctimas y sus familiares
Escenas de angustia y llanto de familiares de trabajadores reportados como desaparecidos se repetían este jueves en las cercanías de la petroquímica de Pajaritos, en el este de México, sacudida el miércoles por una poderosa explosión que deja un saldo preliminar de 13 muertos.
Unas 300 personas se agolparon a lo largo de la mañana en el cordón de seguridad establecido por un centenar de militares en torno de Petroquímica Mexicana de Vinilio, copropiedad de la estatal Petróles Mexicanos (Pemex) y de la privada Mexichem, que opera la planta localizada en Coatzacoalcos, Veracruz (este).
«Queremos que nos los entreguen, que no lo hagan perdedizo, si no nos dejan pasar nos vamos a pasar por la mala», dijo a la AFP entre indignada y resignada a la fatalidad Guadalupe Torres, que busca a su hermano Fernando, de 21 años y que cumplía su última semana de un trabajo temporal.
Por momentos, los militares batallaban por contener a los civiles, cuyos reclamos mezclados con llanto se agudizaron cuando llegaron camionetas de servicios periciales y vehículos castrenses.
Al final, con lista en mano, militares permitían el acceso a grupos pequeños de personas para recibir informes sobre el destino de sus seres queridos.
Un obrero sobreviviente a la explosión y que prefirió guardar el anonimato por temor a represalias, relató a periodistas que había unos 300 trabajadores al momento de la deflagración y que la fuga comenzó por la mañana, unas cinco horas antes del estallido fatal.
«Estaba en la parte de atrás cuando se vino la primera explosión, vimos cómo los vidrios se colapsaban, los fierros cómo se doblaban porque es un material viejísimo.
Con la segunda explosión vi cómo volaban los cuerpos desde los andamios», añade antes de irrumpir en llanto pues compañeros suyos murieron.
Causas inciertas
El presidente Enrique Peña Nieto envió durante un acto público un mensaje de solidaridad para las víctimas y sus familiares y anunció que por la tarde recorrerá el sitio de la explosión.
«Sin duda este incidente ha causado pena y dolor en muchas familias», dijo Peña Nieto.
José Antonio Galicia, empleado de una firma contratista del complejo y que estaba a unos metros del complejo al momento de la deflagración, denunció que la planta «avisó» porque venía registrando fugas desde semanas atrás.
«La causa fue una fuga. La pregunta es por qué se escaparon esos gases de los contenedores. Todo indica que fue un accidente», dijo a Radio Fórmula el director general de Pemex, José Antonio González Anaya.
José Antonio Puente, coordinador nacional de protección civil de la secretaria de Gobernación, informó por la mañana del saldo fatal de 13 muertos, 136 heridos, 13 de ellos graves, y 18 desparecidos.
Las víctimas son en su mayoría trabajadores de la planta conocida como Pajaritos y que se ubica en la costa del Golfo de México. Los familiares de obreros temen que los desaparecidos sean muchos más.
AFP