El presidente argentino Mauricio Macri sufrió este jueves su primer revés político con la aprobación de una ley antidespidos impulsada por la oposición, que prometió vetar, en momentos de tensión social por una elevada inflación y temor al desempleo.
La Cámara de Diputados convirtió en ley el proyecto que ya había sido aprobado en el Senado el 27 de abril. Ambas cámaras ostentan mayoría opositora.
Impulsada por el kirchnerista Frente para la Victoria (peronismo de centroizquierda) con respaldo sindical, y con el apoyo a último momento del Frente Renovador (peronismo centroderecha) que lidera el excandidato presidencial Sergio Massa, la iniciativa contó con 145 a favor, 3 en contra y 90 abstenciones.
La ley, que es cuestionada por las cámaras de industriales y el sector de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) en momentos de estancamiento económico en la tercera economía latinoamericana, no será promulgada por Macri, ratificaron altos funcionarios de su gobierno de centroderecha.
«No creemos que esta herramienta legislativa ayude a los trabajadores», había dicho el miércoles el jefe de gabinete, Marcos Peña, quien agregó que que «esta ley perjudica la creación de empleo».
El presidente del bloque oficialista Cambiemos en la Cámara de Diputados, Nicolás Massot, afirmó en declaraciones radiales que en el oficialismo están «convencidos de que ésta no era la solución, sino que incluso puede ser perjudicial».
Massot adelantó que Macri podría vetar la ley «hoy o mañana» viernes.
La ley antidespidos propone declarar la emergencia ocupacional por seis meses, durante los cuales un trabajador despedido sin causa puede solicitar su reincorporación inmediata o percibir doble indemnización.
La aprobación de la norma supone el primer revés político que sufre Macri desde que asumió el gobierno el 10 de diciembre.
En marzo, el presidente había logrado, contra todo pronóstico, que la mayoría opositora en el Congreso aprobara la ley que permitió un pago millonario a los ‘holdouts’, con los que Argentina mantenía un litigio de 15 años en Estados Unidos.
El Congreso no podrá levantar el veto porque la oposición no cuenta con la mayoría de dos tercios necesaria en la Cámara de Diputados.
AFP