El melanoma es un cáncer de piel que se origina en los melanocitos, que son células cargadas de melanina, responsables de darle tonalidad a la epidermis.
Se presenta con cambios de color o decoloración en lunares existentes, manchas, bordes irregulares, moteados y difusos, aparición de nuevos lunares y en ciertos casos, prurito o sangrado.
El riesgo de padecer melanoma aumenta a medida que las personas envejecen. Las mujeres son las más propensas a padecerlo antes de los 45 años. De hecho, según la Sociedad Americana contra el Cáncer el 1,88% de la población mundial actual padecerá la afección.
El melanoma posee varios estadios, I: presencia del tumor (se considera su tamaño); II: nódulos y propagación a los ganglios linfáticos cercanos y por último III: metástasis, esto es la propagación a órganos distantes.
Según el avance del melanoma el pronóstico y el tratamiento varían y si no es atendido adecuadamente, puede concluir en la muerte.