Orden para asesinar a líder de Los Zetas en penal mexicano provoca 3 muertos

Autoridades mexicanas aseguraron el jueves que la muerte de tres internos de la cárcel Topo Chico de Monterrey, la misma en la que en febrero 49 reos murieron en un motín, fue producto de una orden de asesinato contra uno de ellos por no extorsionar a los reos del penal.

«En virtud de que nosotros tomamos el control del penal -tras el motín de febrero- el negocio de las extorsiones y de las amenazas y de las ventas de todo tipo al interior del penal terminaron, y al terminar no hubo recursos que anteriormente se repartían afuera» de la cárcel, cuyos internos están bajo el yugo del cartel de Los Zetas, dijo el secretario de Gobierno de Nuevo León, Manuel González.

Tras la masacre de febrero, uno de los tres internos que murieron el miércoles en el penal «se había quedado como el líder del grupo (de Los Zetas) dentro, y cuando la gente de afuera (del mismo cartel) considera que no se está cumpliendo con las cuotas que deberían cumplirse, o que antaño se cumplían», la organización delictiva toma «la decisión de quitarlo (…) no fue motín, esto fue un asesinato», dijo enfático González.

Los custodios llegaron al sitio donde fue herido de muerte el supuesto líder de Los Zetas para contener a los atacantes, dijo González, quien aseguró que nunca se detonó ninguna arma de fuego. En tanto que los otros dos cadáveres fueron encontrados en el área de talleres.

González aseguró que la situación fue controlada por 25 policías estatales, que lanzaron gases lacrimógenos a los internos, y que ningún miembro de las fuerzas de seguridad habría fallecido o resultado herido.

El penal se encuentra ahora fuertemente custodiado.

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