El paraguayo Antonio Resquín junto a un equipo de investigadores ha fabricado un brazo biomecánico casi 100 veces más económico que los existentes.
Esta prótesis que se ha desarrollado a partir de una impresión en 3D, estará comprendida en los USD 1.000, a diferencia de otras de titanio, acero o aluminio que se acercan a los USD 100.000.
El ingeniero explicó que la prótesis se sujeta al cuerpo a través de un sistema de vacío y funciona a través de unos sensores colocados sobre la piel que detectan las señales mioeléctricas de los músculos mandadas por el cerebro, lo que genera movimientos básicos en el brazo biomecánico.