En una tortura y no precisamente china se ha convertido el suministro de agua en la comunidad capitalina Alberto Ravell, donde vecinos aseguran que con suerte la ven cada 15 días.
“No somos camellos; no hemos querido protestar para no empeorar la situación de estrés diario que vive la gente, pero la verdad es que estamos cansados se seguir los canales regulares y no obtener respuestas satisfactorias de Hidrocapital”, denunció Vanesa Rojas, afectada.
–Suena a cliché pero somos muchas las familias aquejadas por esta problemática que hace la vida cuesta arriba: parece que la casa durara menos tiempo limpia; los baños se vuelven un chiquero, la ropa sucia se acumula, así como los corotos en el fregadero. He tenido días tan críticos que me ha tocado irme con mi batallón a casa de mi mamá en El Trigo para por lo menos bañarnos.
El relato fue respaldado por Laura Quiñonez, quien señaló que de persistir la problemática la comunidad tendrá que organizarse para adelantar acciones de calle. “Lastimosamente las autoridades de este país, a todo nivel, cada día demuestran que la única manera de llamar la atención es trancando el paso de alguna vía a ver si así al menos nos mandan un camión cisterna”.gf
Johana Rodrí[email protected]/@michellejrl
