
El camión con azúcar no había llegado al Mercado Exprés de la avenida Víctor Baptista, cuando ya más de un centenar de personas estaba apostada a las afueras del comercio, cifra que se multiplicó por diez una vez confirmada la llegada del producto regulado a las 6:00 a.m. de este jueves.
La fila pronto se convirtió en un tumulto de desesperados clientes que llegaban hasta la entrada de la urbanización La Quinta entorpeciendo el paso de la arteria vial en ambas direcciones la mañana de ayer, cuando cientos de conductores quedaron atrapados en el tráfico.
Pronto algunos compradores quisieron instar al desorden, lo que provocó la rápida movilización de una comisión de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), quienes tras lanzar un perdigonazo al aire retuvieron a varias personas, momentos de tensión que llevaron a la gerencia del local a bajar las santamarías durante aproximadamente dos horas.
Restablecido el orden, nuevamente comenzaron a vender el producto regulado y lavaplatos, pero al agotarse la existencia con la cola “vivita y coleando” nuevamente los ánimos se caldearon.
Para evitar una situación irregular, los clientes se organizaron y con el beneplácito de la gerencia del local y supervisados por una comisión de la GNB, ingresaron cerca de cinco personas, encabezadas por el vecino Alberto Álvarez, a los depósitos y verificaron que efectivamente se había acabado el producto, tras lo cual hicieron el anuncio y comenzaron a retirarse las personas cerca del mediodía.
Entre quienes se fueron a su hogar sin el cotizado producto figura María de los Ángeles Mendoza, quien tras cuatro horas de cola no pudo si quiera entrar al local. “Iba a llevar a la niña al colegio cuando vi la cola, así que la llevé rapidito y me devolví en mototaxi para meterme (…) Lo que da rabia es que en estos casos son más los bachaqueros que los consumidores comunes los que se forman debido a que un kilo de azúcar que pagan en 26 bolívares lo revenden en no menos de 1.600”.

–Yo me enteré de casualidad, pero si había personas formadas antes de que llegara el camión quiere decir que estaban informadísimos de la llegada del producto que no es vital pero si importante en los hogares para preparar los juguitos naturales y algunos platillos.
Problema
doble
La situación fue doblemente tensa y problemática en la avenida Víctor Baptista ayer debido a que al local vecino La Modelo también llegó azúcar, lo que generó otra aglomeración de personas entorpeciendo aún más el paso vehicular.
“Esto es caótico cada vez que llega algún producto regulado a la avenida; la voz se corre rápidamente y es como si todos Los Teques se viniera a comprar para acá (…) Yo soy de las que se mete en cuanta cola puede porque por los vientos que soplan simplemente en cualquier momento entramos en un paro generalizado y no habrá qué comprar, ni caro ni barato. Ya lo estamos viviendo”, opinó Gloria Mejías, residente de San Pedro de Los Altos.
–Hay que salir a buscar la papa. Una vecina de la urbanización Simón Bolívar compró la fulana bolsa del gobierno y tras cuatro horas de espera lo que le dieron fue dos paquetes de harina y uno de azúcar; eso es una burla.
Acondicionan
espacios
Mientras las autoridades combaten a través de la aplicación de diferentes medidas las pernoctas de compradores, muchos revendedores buscan la manera de acondicionar espacios para hacer menos incómoda la maratónica espera para acceder a la mercancía con precio justo, tal y como se puede apreciar en las áreas verdes frente al Mercado Exprés, donde han colocado incluso chinchorros.
“Es estresante cada vez que llega mercancía regulada a locales vecinos porque está latente la amenaza de saqueo y de desarrollarse uno me vería perjudicado. Ya vimos lo que ocurrió en Cumaná: más de 100 locales saqueados; había de comida y hasta ópticas, porque la gente en medio de la ira termina metiéndose en cuanto negocio se le cruce. A merced de eso vivimos”, dijo el encargado de un abasto de la zona, quien se escapó para ver la cola y probar si tenía chance de comprar algo.gf
Johana Rodrí[email protected]/@michellejrl