
Desde hace al menos dos meses no se atienden con regularidad partos en el único centro de salud tipo IV de la región altomirandina.
En el nosocomio local no hay neonatólogos y remiten a todas las embarazadas a otros hospitales, iniciándose un peregrinar por centros de salud públicos sin insumos ni especialistas
Cindy Salten tiene 27 años de edad, este lunes cumplió 38 semanas de gestación y comenzó a romper fuente, un aviso sobre el tiempo exacto para parir a su bebé. Controló todo su embarazo en el hospital Victorino Santaella pero contrario a lo que pensaba, no la atendieron cuando llegó la hora de parir porque no había neonatólogo que recibiera al bebé.
“Desde hace semanas están rebotando a las mujeres en trabajo de parto porque no hay neonatólogo en el Victorino Santaella; a pesar de que controlé todo mi embarazo en el lugar, al momento de los dolores de parto me rebotaron y me mandaron a mi casa hasta que estuviera lista”, dijo al señalar que desde el martes tenia los dolores de contracciones y decían que aún le faltaban 10 días para el nacimiento del bebé.
Tras ser rebotada del hospital central de la capital mirandina, fueron a la Maternidad de Carrizal donde tampoco la atendieron , por lo que con su esposo, su suegra y una amiga comenzó a ir de hospital en hospital. Pasaron por el Pérez Carreño en La Yaguara, el Materno Infantil y el Clínico Universitario, hasta llegar a la Maternidad Santa Ana, el único centro que la dejó ingresar.
“Tuvimos que irnos a Caracas porque si esperamos en el Victorino nos morimos”, dijo un familiar de Salten.
Ninguna de las parturientas tuvo suerte, pues no recibieron ni a las que estaban en proceso de parto para examinarlas y, posiblemente, referirlas a Caracas, porque no había quien se ocupara del área de neonatología.
«Vine a preguntar si podía traer a mi hermana porque no aguanta los dolores y me dijeron que la trajera para revisarla, pero seguramente no la iban a dejar porque no hay especialista», explicó Mariana Contreras, usuaria, a las puertas del nosocomio.
La pasada semana se conoció el caso de Francis Franco, quien tuvo que patear al menos cinco centros de salud de la ciudad de Caracas desde el Santaella, donde ingresó para traer al mundo a sus morochos.
La historia fue similar a la de otras féminas en gestación, quienes no fueron atendidas en el centro de salud tipo IV de Miranda, que debería estar acondicionado para atender hasta 300 mujeres al mes en partos y cesáreas.
Desde hace al menos un mes no han atendido partos por falta de insumos y especialistas en anestesiología y neonatología.
Sin respuesta
Ante las reiteradas denuncias intentamos contactar al director y subdirector del centro de salud altomirandino y ninguno atendió las llamadas telefónicas realizadas por un equipo reporteril del diario La Región. El ingreso del personal de prensa está restringido en el nosocomio local.
Pola Del Giudice Ortiz – [email protected]/@polita26