La colonia portuguesa está de fiesta luego de la victoria lusitana frente a Francia en la Euro
La Eurocopa de Francia de los 24 equipos y 51 partidos llegó a su fin con Portugal proclamándose campeón por primera vez en su historia tras vencer por 1-0 al anfitrión Francia. En un mes de competición se disputaron 36 partidos de fase de grupos; se estrenó la ronda de octavos de final a la que avanzaron los dos primeros de cada grupo y los cuatro mejores terceros y ocho equipos se fueron a su casa sin pena ni gloria.
Las críticas al formato no se hicieron esperar. Se trataba de un torneo demasiado largo y se sospechaba que la participación de varias ‘novatas’ bajaría el nivel de juego del máximo torneo de selecciones en Europa. Y sí, el espectáculo se tardó en llegar hasta la semifinal. A veces se hizo demasiado larga — especialmente en esa primera fase en que los goles se hicieron esperar de más– pero tuvo sus momentos emotivos, protagonistas sorpresivos y héroes no tan inesperados que quedarán para la historia. Empezando por Cristiano Ronaldo, que llegó tarde, jugó 20 minutos de la final, y acabó como siempre: la figura del torneo y el hombre récord.
Cristiano Ronaldo por fin levantó un trofeo importante con la selección de Portugal. El primero en la historia de su país. Los 24 minutos que disputó en la final antes de pedir su cambio por lesión, se convirtió en el único hombre en la historia en ser titular en dos finales de Eurocopa con más de cuatro años de diferencia, 12, entre la edición de 2004 y la de 2016. Con nueve tantos en la competición, ha igualado el récord establecido por Michel Platini como máximo goleador de la Euro.
Una marca histórica más que añadir a su récord como máximo goleador internacional portugués con 61 tantos; máximo goleador de la Champions League con 93 y máximo goleador del Real Madrid con 365. Esto un mes después de levantar la ‘Orejona’ como campeón de la Champions League. Quedarán para la historia sus lágrimas en el césped y su desesperación en el área técnica — y será lo más memorable del partido, incluso — pero habrá que recordar también que fue decisivo en que su equipo llegara a la final, aunque tardara en aparecer en la portería.
Cristiano sumó tres tantos y tres asistencias en el torneo y quedó lejos de Antoine Griezmann en la tabla de goleo, pero se va como el jugador con más remates (36) y diez tiros a puerta, solo Griezmann y su compañero Garerth Bale tuvieron más (12).
La decepción de la noche se la llevó el francés Antoine Griezmann, ganador de la Bota de Oro del torneo como máximo goleador con seis tantos – y con dos asistencias es el primer jugador que ha estado involucrado en siete jugadas de gol o más desde Platini en el 84. Griezmann, que también perdió la final de la Champions en mayo, fue tan importante como el luso para su equipo de camino hacia la final a la que Francia llegó como máximo goleador del torneo con 13 tantos.
En general, fue una Euro donde brillaron más las defensas que los delanteros. El torneo se cerró con 108 tantos anotados (el número 100 fue autoría de Griezmann, por cierto), con una media de 2.12 goles por partido, la más baja en las últimas tres ediciones. Según las estadísticas de la UEFA, se anotó un gol cada 44 minutos y el 62 por ciento fueron marcados en la segunda mitad o después, 68 en total.
Los mejores pasadores fueron, Iniesta mediante, los españoles. El último monarca completó el 91 por ciento de sus pases, 2340 de los 2562 que intentó, pero no supo traducir ese cariño excesivo al balón y abandonó pronto el torneo confirmando el ocaso del famoso ‘tiki-taka’.
España no pudo
España cayó en octavos de final ante una imperiosa Italia que sorprendió gratamente por su despliegue futbolístico incluso en la península, donde los hombres de Conte eran vistos con cierto escepticismo pues no se trata, ni de lejos, de la mejor generación ‘Azurri’ en la historia. Pero incluso el técnico llegó a decir que valía más un equipo bien trabajado que compensara lo que podía faltarle en talento — y eso era un decir, ya que traía a la defensa entera de la Juventus y no son precisamente jugadores de medio pelo. Pero Italia con todo y su sorprendente juego vistoso, sucumbió a la maquinaria alemana, otro amante de la posesión (3639 pases completos, más que cualquier otro equipo), pero que no supo qué hacer con el balón frente a la portería. Alemania no ha encontrado el delantero que reemplace a Miroslav Klose y lo pagó siendo eliminado en semifinales por una efectiva Francia.