
Ni las ventas de los Consejos Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) ni las colas supervisadas por los integrantes de esas estructuras políticas han disminuido las largas colas en comercios por la venta de mercancía y productos de primera necesidad, así como el mercado negro especulativo de estos productos alimenticios y de higiene.
Este lunes en el supermercado San Diego de los Nuevos Teques despacharon 500 bultos de harina de maíz precocida y se vendieron dos kilos por persona con la finalidad de poder despachar a la mayor cantidad de clientes. La venta en este expendio está supervisada desde hace dos semanas por integrantes de los CLAP.
“La cola sigue igual, el despelote de los bachaqueros es el mismo”, dijo Esther Millán, vecina de la urbanización Los Nuevos Teques, al referir que la gente sigue haciendo desorden a las puertas del local.
“La función de los CLAP no es otra que discriminar dónde adquirir productos prioritarios como harina de maíz, aceite, arroz, pasta, leche, caraotas, azúcar, crema dental y papel sanitario entre otros; se ha convertido en una agonía para muchos, ya que ellos solo llevarán una bolsita con comida”, dijo Daniel Méndez, vecino de El Trigo./PDO/gf