
Estirar la vida útil de las prendas de vestir se ha convertido en la meta de los representantes que aseguran no poder costearlas, sobretodo cuando tienen más de un hijo en edad escolar.
Los zapatos son el principal dolor de cabeza de los representantes, quienes deben apartar al menos sueldo y medio tan solo para este rubro que es utilizado diariamente. El calzado deportivo para Educación Física es otra historia
Mientras algunas madres echan ojo a cuanta vitrina con uniformes escolares encuentran en su camino, otras están llenando las mercerías para adquirir aguja, hilo y botones a propósito de alargar la vida útil de las prendas de ropa que son exigidas a niños y adolescentes para ingresar a los centros de educación.
“Si compro los útiles no podré costear la lista, así que los primeros serán mi prioridad este año y cuando tenga un respiro entonces iré comprándole poco a poco las prendas de vestir. Al menos tiene su suéter enterito, así como el mono para hacer ejercicios”, confesó Magaly Rojas, madre de un pequeño que acaba de ser promovido para cuarto grado.

–He sacado mis cuentas mentales y los números no cuadran, para nada.
Los pantalones se cotizan entre 8 mil y 16 mil bolívares, mientras que las chemisses rondan los Bs. 6.000 y las camisas se pueden encontrar entre Bs. 5.000 y Bs. 7.000, todo siempre depende del lugar que se escoja para comprar, por lo que es vital recorrer distintos locales antes de tomar la decisión final, pero con las horas que hay que destinar para hacer colas para intentar comprar alimentos cada día la cotidianidad se hace más cuesta arriba.
La opinión fue respaldada por otra madre consultada, Gloria Pérez, quien se dedicará a blanquear las camisas de su pequeña de 10 años, quien además heredará la ropa que dejará su hermana que acaba de pasar a séptimo grado. “A la segunda me toca, ni modo, porque la camisa es azul, pero como la chiquita viene en cola no tendrá más opción que llevar uniformes usados; de hecho, le dije a la grande que solo se rayara una de las tres camisas para que la menor las pudiera utilizar”.
–Los zapatos de Educación Física se los mandé a pegar en la punta y espero que aguanten este año escolar, mientras que con los de diario sí tendré que darle el golpe a mi tarjeta de crédito porque después de un año entero dándole rosca tanta para la escuela como para salir a la calle, se pelaron y despegaron a un nivel irrecuperable. Ya por allí se me van, por la medida bajita, unos Bs. 40 mil entre los dos pares, uno para cada una y de calidad dudosa, porque nada de marca reconocida se halla a ese monto.

Revitalizando
las piezas
Mientras unas representantes blanquean, otras llegan a los negocios solicitando tinturas para revitalizar el color de pantalones, suéteres y chaquetas; todo sea por no pagar por uno nuevo.
“Lo más crítico es que hasta mandar a remendar se ha puesto caro, imagínate que por un ruedo te quieren quitar hasta 2.500 bolívares e igual monto por pegar un cierre, por lo que este año tendré que dedicarme de lleno a hacer estas labores por mí misma para ahorrar”, confesó Teresa Castro, madre de dos pequeños en etapa escolar.
–Recuerdo con mi chamo mayor, que siempre teníamos la ilusión de un nuevo año escolar e íbamos a comprar todo en una sola tanda; ahora lo poco que uno puede renovar debe hacerse por partes y si son dos hijos la cosa se complica aún más. Ahora más que nunca se ve la trampa económica en la que estamos ensartados casi todos los venezolanos (…) Yo por lo menos tengo para reparar, pero hay madres que ni eso y mandarán a los chamos con los mismos trapitos del año anterior hasta que la tela aguante. Es un panorama totalmente desolador.
Jornadas de
solidaridad
En varios planteles de los Altos Mirandinos tanto docentes como representantes se han dado a la tarea de promover la donación de uniformes usados en buen estado, sobretodo las camisas de los niños y adolescentes que entran a un nuevo nivel: educación inicial, básica y diversificada, para a su ver entregarlas a los niños de menos recursos y colaborar con aquellas madres que deben sacar la cara hasta por tres alumnos.
Johana Rodríguez
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