10 bolívares marca el pote de fórmula Nan que en días recientes fue ofrecido en la farmacia del Hospital Victorino Santaella (HVS), donde rápidamente las personas comenzaron a agolparse con la esperanza de llevarse al menos la unidad.
500 recipientes fueron expendidos entre horas de la mañana y el mediodía, proceso de venta que se hizo más lento y engorroso de “lo normal” debido a que estaban solicitando partida de nacimiento del pequeño y cédula del representante, y además de cotejar los datos de filiación, velaban porque se tratara de un niño de 0 a 6 meses; si superaba la edad “rebotaban” al cliente.
“No importa que tengas a tu chamo en brazos, ni compradores ni vendedores se apiadan de ti. Yo llegué a las 9:00 a.m. y me fui a la 1:30 p.m. con las manos vacías porque solo vendieron 500 potes y en la fila posiblemente había el triple de personas; eso sin contar a quienes bajo cuerda vendían más de una”, denunció Carolina Uzcátegui, quien llevaba cargado a su pequeño de apenas dos meses de nacido.
–Ese producto llega regulado pero los bachaqueros se encargan de llevárselo para revenderlo hasta en 25 mil bolívares porque saben que hay muchos padres desesperados por llevárselo para alimentar a sus chamos y eso no tiene precio (…) Una condición médica me impide lactar y me toca darle fórmula al bebé, pero no he tenido la suerte de reponerla y ya se me están acabando las reservas, lo que me pone muy nerviosa.
Resolviendo
con lo que hay
Como Carolina abundan las madres que deben ingeniárselas día a día para alimentar a los más pequeños de la casa. “Mi esposo encontró una crema de arroz que estaremos probando en las próximas semanas si seguimos sin encontrar la fórmula”, reveló la residente de Lagunetica, quien ha echado mano a la redes sociales para compartir consejos con otras progenitoras que atraviesan igual situación.
–Me he topado con mujeres que le preparan agua de arroz y hasta de concha de plátano a los chamos porque hoy en día no se puede desperdiciar nada de ningún ingrediente en casa. Unas intentaron darle leche completa, que también está escasa en los anaqueles pero llega a algunas comunidades a través de las fulanas bolsas de comida, pero comentan que les cae mal a los recién nacidos, así que la fruta será siempre una mejor opción ante la escasez tan fuerte que estamos atravesando.
A los más grandecitos les racionan los teteros diarios para rendir lo más posible la leche. “Los niños son ajenos a la realidad país, ellos no saben de desabastecimiento o inflación, pero lastimosamente hay que acostumbrarlos a dosis más pequeñas o con menos frecuencia para estirar lo poco que se encuentra”, confesó Marisela Maldonado, habitante de El Paso que tiene dos pequeños de dos y cuatro años, respectivamente.
Redes
aliadas
Quedarse en casa llorando no es solución para las madres que han optado por darle un nuevo uso a las redes sociales: hacer cambalaches de productos para aligerar la carga diaria. “He cambiado desde pañales hasta fórmulas por Facebook: con unas logro intercambiar pañales pequeños por tallas más grandes y en otros casos he canjeado leche por harina, arroz o azúcar; ya la gente está tan desesperada que hace cambalache con lo que tenga a mano”, dijo Manuela Contreras, habitante del municipio Carrizal.
–Es la forma más práctica de acceder a la mercancía porque con las colas que se están formando en las afueras de los supermercados y la imposibilidad de ingresar no hay manera de efectuar las compras quincenales, como solíamos hacer en mi casa (…) El Gobierno debe reconocer de una vez por todas que hay una crisis y que es vital que reactiven la economía antes de que los periódicos comiencen a reseñar muertes por desnutrición.gf
Johana Rodrí[email protected]/@michellejrl
