LOS TEQUES. “En mi casa podía faltar cualquier cosa menos las tajadas fritas a mediodía, ahora cada vez es más difícil tanto por el precio del plátano como por la escasez de aceite”, confesó Deivi Marcano, residente de El Vigía.
–Hay que recorrer las distintas ferias campesinas y mercaditos que abundan en Los Teques, pero en promedio te quitan mil bolívares por tres plátanos. En casos como esos es que notas cuan devaluada está la moneda nacional. Antes tener el billete de más alta denominación era un lujo y podías hacer mercado, ahora es un chiste porque no te alcanza ni para comprarle una chupeta al chamo.
La afirmación fue corroborada por otra ama de casa consultada, quien detalló que el plátano es un lujo que pueden darse, con suerte, una vez a la semana. “Antes la comidita que no faltaba en ningún hogar venezolano era arroz blanco, caraotica negra con queso blanco duro y el plátano, pero ahora cada uno de estos ingredientes está desparecido en acción, bien sea porque no llega a los anaqueles o porque cuando se consigue es a precios que descalabran el presupuesto hasta al más pintao”, dijo Marlene Pérez.
–El plátano frito es un rico recuerdo. Con la escasez de aceite me toca hacerlo sancochado, pero nunca es lo mismo porque antes le echaba mantequilla y queso y ahora hay que comerlo solo. Es desesperante ver cómo cada día hay menos opciones económicas hasta en los tarantines de las calles. Seguirle el ritmo a la inflación es una misión imposible para cualquier bolsillo, sobretodo para quien vive de sueldo mínimo y debe mantener a una familia.
Johana Rodríguez
[email protected]/@michellejrl