Robos y agresiones perturban los Juegos Olímpicos de Río

La criminalidad no es un fenómeno nuevo en los Juegos Olímpicos, pero en Rio de Janeiro ha adquirido proporciones inquietantes con la multiplicación de robos y agresiones cerca de los lugares de competición.

Los periodistas, en especial fotógrafos y camarógrafos, pagan un alto precio desde hace una semana con la desaparición de sus costosas cámaras y objetivos en las oficinas de la prensa acreditada, en el centro de la ciudad, en los autobuses o incluso en los estadios.

Los cariocas están acostumbrados, pero menos los visitantes extranjeros, conmocionados también por la muerte de dos personas a tiros cerca del estadio de Maracaná en la noche de la ceremonia de apertura.

La historia de Brett Costello, fotógrafo de News Corp, ha sido una de las más comentadas. El australiano sufrió el robo de material valorado en varias decenas de miles de dólares.

Luego pudo reconocer a su ladrón, unos días más tarde, llevando su chaleco de fotógrafo acreditado a los Juegos de Rio-2016.

«Conozco mi número, los chalecos llevan siempre uno. Si alguien llega con el mío, el que me han robado hace dos días, hay un problema, ¿no?», contó a la página web del diario The Australian.

El vídeo del robo, filmado por las cámaras de seguridad, fue publicado en la web del Daily Telegraph australiano.

Se ve en él una maniobra a tres: una mujer que desvía la atención, un hombre que se va con la bolsa y un tercero que orienta a la víctima en pánico hacia un rumbo diferente al que tomó su cómplice.

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