Senado destituyó a Dilma Rousseff de la presidencia de Brasil

 Una mayoría de 61 senadores se pronunciaron en favor del sí

Una mayoría de 61 senadores se pronunciaron en favor del sí

A pesar de la destitución de la presidencia, Rousseff podrá ejercer cargos públicos en los próximos años

Dilma Rousseff fue destituida de la presidencia de Brasil, tras un fallo histórico en el Senado brasileño que pone un dramático fin a 13 años de gobiernos de izquierda en el gigante sudamericano.

«Una mayoría de 61 senadores se pronunciaron en favor del sí», señaló el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lewandowski, a cargo de supervisar el juicio político contra Rousseff.

Bastante más de los 54 votos (dos tercios de los 81 senadores) que se necesitaban para que Rousseff fuera condenada. Sin embargo, el Senado rechazó en una segunda votación la propuesta de que la ex guerrillera, de 68 años, quedara inhabilitada para ejercer cargos públicos.

El voto cierra una sangría política que desde hace nueve meses mantiene en vilo a la mayor economía de América Latina, en vías a su peor pérdida de riqueza en 80 años y que tiene a los principales partidos embarrados en causas de corrupción.

Y es un final trágico para la primera mujer que llegó a la presidencia de Brasil, suspendida en mayo tras ser acusada de violar las normas fiscales de Brasil.

Será el hasta ahora presidente interino Michel Temer (PMDB, de centro-derecha), de 75 años, quien asumirá la presidencia por lo que resta de periodo hasta 2018.

Temer se juramentará en un acto ante el Senado a las 16H00 hora locales (19H00 GMT), antes de viajar a China para la cumbre del G20 de este fin de semana.

«Este proceso es una farsa, farsa, farsa», disparó el senador Linderbergh Farias, del PT. «¡Canallas, canallas, canallas!», señaló este miércoles en un encendido discurso.

«Canallas son aquellos que llevaron a Brasil a una situación crítica, en el terreno económico y social», respondió Ronaldo Caiado, del Partido Demócrata.

Lejos quedaron los días del milagro socio-económico que inició el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), padrino político de Rousseff, que sacó a 29 millones de personas de la pobreza y al país del mapa de hambre de la ONU. La crisis económico-política se entrelazó con un escandaloso fraude que drenó más de 2.000 millones de dólares de la estatal Petrobras. /AFP

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