
Por segundo día consecutivo vecinos de la parroquia Cecilio Acosta del municipio Guaicaipuro protestaron tras hacer varias horas de cola y no poder comprar al agotarse la comida. “Estamos desesperados, hasta cuándo va a durar este pesadilla”, reseñó uno de los manifestantes.
En San Diego de Los Altos el desespero por no tener alimentos lleva a familias enteras a esperar en fila desde la 1:00 am. “Por segundo día consecutivo estamos haciendo cola a ver qué podemos comprar, no tenemos nada que comer; la situación empeora día tras día”, reseñó Olga Pérez, una de las habitantes de la comunidad guaicaipureña.
Cerca del mediodía y al notar que no alcanzarían los productos para los que aún quedaban en fila, se alteraron los ánimos; “la poca comida que llega se agotó en cuestión de horas, no alcanza para todo el mundo”, dijo uno de los vigilantes del supermercado de la zona.
Ayer llegó azúcar y pañales, productos que según los residentes no llegaban a la parroquia desde hace cuatro meses, por lo que rechazaron que solo les vendieran a las personas con número de terminal de cédula 1 y 9; “tenían que vendernos a todos, no es justo”, reseñó Pérez.
Pero la nueva forma en la que los vecinos están organizándose ha generado malestar; denuncian que aunque no venden los cupos, los encargados entregan pases a amigos y allegados dejando por fuera a familias tras hacer horas de cola.
“El martes mi hijo comenzó a hacer la fila a la 1:00 am y a las 7:00 am, cuando comenzaron a entregar los números, se lo negaron porque él tenía mi cédula, aunque el acuerdo al que se llegó es que se permitiría que familiares hicieran la cola”, denunció.
“Tenemos hambre”
Tensa estuvo igualmente la situación en el San Diego de La Colina en San Antonio de Los Altos. Luego de hacer fila bajo lluvia y sol, al enterarse de que el supermercado cerraría sus puertas cerca de las 6:00 pm, se alteraron los ánimos, lo que ameritó la actuación de la Guardia Nacional.
Vigilantes del centro comercial ubicado en la entrada de la urbanización Las Minas, cerraron los accesos para prevenir que los manifestantes ingresaran a la estructura. Por algunos minutos los compradores cerraron uno de los dos canales de acceso a la comunidad sanantoñera.
Baño público
Por su parte usuarios del Farmatodo de Las Minas, así como residentes de la urbanización, denunciaron que las cientos de personas que diariamente hacen cola en la zona para comprar utilizan el estacionamiento de la farmacia como baño público, lo que genera olores nauseabundos.
“Hacen sus necesidades no solo en el sótano del Farmatodo sino en los jardines y la entrada de la urbanización”, reseñó uno de los comerciantes de la zona. gf
Daniel [email protected] / @dmurolo