
Las Farc mantienen voluntad de paz aseguró desde Cuba Rodrigo Londoño
En un resultado sorpresivo, los votantes colombianos rechazaron este domingo el acuerdo alcanzado por el gobierno con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), sumiendo en la incertidumbre el proceso de paz con los insurgentes.
Con el 99% de las mesas de votación y el 37% de la votación escrutada en el plebiscito convocado por el gobierno para refrendar el acuerdo con las FARC, las autoridades indican que 49,7% de los votantes hasta ahora contabilizados optaron por el Sí, mientras que el 50,2% lo hicieron por el no.
Desde Cuba, donde estaba esperando los resultados del referendo, el jefe máximo de las FARC, Rodrigo Londoño («Timochenko»), dijo este domingo en declaraciones a los medios después de conocerse los resultados que los insurgentes seguirán buscando una salida negociada al conflicto. «Las FARC mantienen su voluntad de paz», aseguró.
Los resultados del referendo contrastan con encuestas que en semanas anteriores habían augurado una cómoda ventaja para el Sí.
Un proceso de paz en el limbo
Con la derrota en el plebiscito convocado por el gobierno, se abre un gran margen de incertidumbre sobre la suerte del proceso de paz.
Image copyright Getty Images Image caption Hay incertidumbre sobre qué pasará con el proceso de paz.
«La victoria del No ha generado desconcierto, fundamentalmente porque no está claro en las explicaciones de los defensores de esa posición cómo podrían renegociarse los acuerdos y porque el presidente Juan Manuel Santos insistió hasta último momento en que no hay un plan B», indicó desde Bogotá el corresponsal de BBC Mundo, Natalio Cosoy.
En declaraciones a BBC Mundo este domingo, el abogado de las FARC en el proceso de negociación, el español Enrique Santiago, sostuvo que «se está trabajando por la paz, vamos a encontrar una solución entre todos».
Las críticas
Varios dirigentes de oposición en Colombia, encabezados por el expresidente Álvaro Uribe Vélez, habían criticado aspectos del acuerdo con las FARC. Entre los aspectos que más controversia desataron estaba lo que los opositores al acuerdo describían como inadecuados castigos para los crímenes cometidos por los jefes rebeldes durante el conflicto.
El gobierno había insistido en que el acuerdo contemplaba mecanismos efectivos de administración de justicia para los responsables de abusos durante el conflicto colombiano, que se ha extendido por más de cinco décadas.
Para tener validez, el acuerdo con las FARC debía someterse a votación popular, y obtener el respaldo de la mayoría de los votantes y de al menos el 13% del total de colombianos habilitados para votar, número cercano a los 4,5 millones de personas.