
La galopante inflación y escasez de comida que atraviesa Venezuela convierte en un reto la posibilidad de alimentarse de manera balanceada, factor que compromete la salud visual de los niños debido a que que podría ocasionar cataratas, glaucomas y retinopatías.
A mediados de 2016 el Gobierno de Miranda realizó una encuesta a más de tres mil estudiantes de planteles estadales. El estudio reveló que 30 % de los niños se alimentan dos veces al día, mientras que la mitad de los encuestados expresó haberse acostado con hambre.
La oftalmóloga de Salud Miranda, Emalver Benavides, señaló que aunque los niños coman en Venezuela, en muchas oportunidades consumen más bien un alto contenido de carbohidratos, componentes que no garantizan las vitaminas y proteínas necesarias que aportan otros alimentos “a los que muchas familias no pueden acceder porque están costosos; entonces dejan de un lado vegetales, frutas, carnes, pescados y demás nutrientes que los niños necesitan”, precisó.
Resaltó que una buena nutrición es importante para el desarrollo general de los infantes. Detalló que los niños malnutridos podrían correr el riesgo de malformaciones o una alteración futura en los órganos oculares.
“Si un niño no tiene un buen hábito alimenticio ni consume carbohidratos, vegetales y proteínas (huevos, granos, carnes, pescados), productos que contienen nutrientes necesarios como vitamina A, B, ácidos y zinc, tendrá un déficit en el crecimiento y eso va a incidir en el desarrollo de sus partes visuales, presentando anomalías como cataratas, glaucomas y retinopatías. Son complicaciones que se pueden ver cuando ese niño pasa la adultez”, explicó
Detalló que las cataratas son una enfermedad que se presenta entre los 40 y 45 años de edad; sin embargo, apuntó que los pacientes con déficit alimenticio podrían desarrollar las cataratas de una manera más precoz. “Al tener una dieta deficiente en vitaminas y minerales hay más riesgos de desarrollarla”.
De igual forma, indicó que los niños a partir su nacimiento y hasta los 12 años que no cumplan con una nutrición adecuada, están en riesgo de contraer una afección futura en los ojos. “Hasta los 12 años se desarrolla la estimulación visual básica”, dijo. A su vez, resaltó que son aún más susceptibles los bebés que no sean amamantados por la madre y que hayan sido incorporados a la dieta familiar.
Interminable espera
“Tengo seis horas esperando mi turno para comprar”, reseñaba la mañana de este lunes Claudia Blanco mientras hacia la cola en la pasarela de Montaña Alta para entrar al Central Madeirense de La Cascada; “tengo dos niños y nada que darles de comer”, remataba la mujer.
Desde el pasado jueves las colas por comida han incrementado su longitud. Brayan López, encargado de un supermercado ubicado en Carrizal, asegura que la razón es sencilla: “cada vez tenemos menos comida que vender, están llegando solo productos importados costosos y las familias de bajos recursos buscan desesperadas los regulados”, indicó.
Blanco, al igual que muchas mujeres que la mañana de ayer hacían cola, teme que el crecimiento de sus hijos así como su salud esté amenazado por la malnutrición; “hace semanas, podría decir meses, que en mi casa no se come carne (…) arroz y pasta muy poco, estamos comiendo muy mal”, detalló la mujer.
Frente al centro comercial La Casona unas 500 personas esperaban igualmente poder comprar alimentos. “Estoy aquí desde antes de las 6:00 am, no pude llevarlo a la escuela; en este momento la prioridad es conseguir qué comer”, alertaba Marta, quien en brazos sostenía a uno de sus hijos de tres años.
“No tengo leche para el tetero, una vecina me regaló un poquito de avena y es eso lo que le estoy dando pero ya se está acabando”, narró la mujer. Calificó como “un chiste” el aumento decretado por el Gobierno la semana pasada; “ hoy mismo uno revisa los precios y subieron 40 %, ese aumento duró menos de siete días y lo peor es que aún nadie lo ha cobrado”, dijo.gf
Daniel Murolo / Daniela Moros