Al menos seis personas murieron y otras seis resultaron heridas en un atentado suicida cometido este lunes contra jefes de tribus reunidos en Jalalabad, en el este de Afganistán, y que fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
Éste reivindicó el atentado a través de un comunicado en el que habla de un balance de 15 muertos y 40 heridos, una cifra sobrevaluada.
Según el gobernador de Nangarhar, provincia fronteriza con Pakistán, «un kamikaze detonó su bomba aproximadamente a las 13H30 locales (09H00 GMT) en el domicilio de un antiguo gobernador del distrito de Pachir Aagam, donde se habían reunido antiguos responsables tribales».
«Todas las víctimas son civiles», agregó.
El portavoz de la policía de Nangarhar, Hazrat Hussain Mashriqiwal, confirmó el balance oficial a la AFP.
Los responsables tribales estaban reunidos para evocar el destino de los desplazados, precisó la oficina del gobernador. Unos 323.000 civiles han huido de sus casas desde el principio de este año, y muchos de ellos fueron desplazados varias veces a medida que cambian de lugar los frentes de combate.
AFP