Con 13 días sin tomar un turno, el jugador de cuadro mirandino Javier Betancourt dio hit de oro en el inning 13 para terminar el maratón
La asistencia registró 11.205 personas. Pero quedaba menos del millar cuando, pasada la medianoche y en medio de “un palo de agua”, Javier Betancourt conectó sencillo que impulsó la tercera victoria del Caracas en 4 juegos frente a Magallanes, ahora 5-4. Sirvió, desde luego, para que unos pocos fieles que permanecieron bajo la lluvia en el “José Bernardo Pérez” de Valencia y quienes quedaban despiertos en casa celebraran frente a la TV. Y, lo más importante, ponerse sobre el rival en la clasificación, aunque ambos anden en la parte baja de la tabla y solo les separe un juego.
“Me siento bendecido, esta oportunidad no me la esperaba”, diría Betancourt en medio del alborozo de sus compañeros. “Tenía tiempo sin jugar y, bueno, gracias a Dios, las cosas salieron de lo mejor. Tuve la paciencia, gracias a los coaches que me ayudaron en el turno”, agregaría quien llevaba 13 días sin tomar un turno al bate e ingresó al juego para defender el campo corto ante las dolencias de Gregorio Petit.
El encuentro fue de alternativas. Y los Leones debieron atacar desde atrás, porque en el mismo primer inning Magallanes se puso en ventaja 2-0. Empate a 2, luego a 4 y el final mojado sin que ello limitase el entusiasmo de los peloteros, fieles a lo que exige el clásico.
También Franklin Morales se puso el traje de héroe. El zurdo lanzó 2.0 con 2 hits, un boleto y 3 ponchados para anexarse su primer triunfo. “Mantuve la concentración, mezclé los pitcheos y pude sacar los innings. Me enfoqué en mi receptor y las cosas salieron”, expresó.
Jesús Aguilar reapareció encendido y descargó 3 hits en 5 turnos, cuadrangular incluido. Yandi Díaz pegó de 5-2 y Wilfredo Tovar de 6-2 para encabezar la ofensiva de 12 imparables, mientras José Tábata volvió a sobresalir por los Navegantes. Único en pluralizar, bateó 3 de los 10 imparables y anotó 2 veces.
“Trabajaron duro todos, el pitcheo estuvo excelente y por eso me voy contento, por la manera como se jugó”, dijo un sonriente mánager Alfredo Pedrique. Los Leones no jugaban anoche, y se preparaban para viajar a dos encuentros desde mañana contra Bravos, en Margarita.
Aguilar: mucho corazón
Jesús Aguilar admitió que extraña estar rodeado de sus compañeros y vestir el uniforme de los Leones del Caracas. Por eso no perdió mucho tiempo para reportarse al equipo, una vez que los Indios de Cleveland le dieron luz verde para regresar al país.
“Fui y agarré unos turnos (siete en el Programa de Desarrollo), como ya todos saben, y ahora estoy aquí, tratando de ayudar en lo que pueda. Hay que salir a ganar, a jugar duro para que las cosas salgan bien”, soltó el maracayero, después de la práctica en el Estadio José Bernardo Pérez.
Aguilar se abstuvo de seguir los encuentros de los melenudos por televisión para evitar la ansiedad de no poder hacer nada a la distancia, pero estaba al tanto de la inconsistencia con la que había iniciado la campaña su club.
“La verdad, no me gustaba verlos. Dan ganas de estar en el terreno. Trataba de practicar para no pensar en eso. Pero tuve la suerte de recibir el permiso”, destacó.
Con la adición del fornido inicialista, seis de los nueve hombres que colocó el mánager Alfredo Pedrique, contra los Navegantes del Magallanes, tienen experiencia en las Grandes Ligas. El cubano Yandy Díaz apareció segundo en el orden, seguido por su compatriota Félix Pérez, Aguilar, Jesús Guzmán y Henry Rodríguez. Un grupo que, al menos en teoría, debe poner a pensar a los lanzadores contrarios.
Armando Naranjo
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