LOS TEQUES.- Apenas al aproximarse al mercado municipal por la avenida Víctor Baptista se comienzan observar vendedores ambulantes, que han convertidos las adyacencias del centro de compras municipal en un mercado paralelo.
Auyama, verduras de todo tipo, hortaliza, chicharon, detergentes. Perros, gatos, politos, periódicos, queso, frutas, artículos del hogar. Son un sinfín de productos que comercializan en la zona.
“Llegar por carro o autobús es una cola de hasta 35 minutos o más, dependiendo del día y la hora”, refiere Vladimir Rangel, quien acostumbra ir cada fin de semana ñ mercado.
Refiere que no hay control de esta venta ambulante que comercializa hasta productos bachaqueados que están escasos en el comercio formal.
María López, adjudicataria desde hace 30 años, contó con tristeza que desde que se apostaron estos vendedores informales en la entrada del mercado se han incrementado los robos a carros, compradores y también se ha empobrecido la infraestructura del recinto «porque hacen sus necesidades donde les da la gana».
Pola Del Giudice
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