
Al parecer la acumulación de restos de construcción, además de la falta de canalización de una torrentera, ocasionaron el colapso de un terreno en el sector El Bosque, lo cual pone en jaque a tres viviendas.
Según lo comentado por Brayan Silva, afectado, por varios años fueron lanzados al abismo gran cantidad de desperdicios, lo cual de acuerdo al vecino deterioró la estabilidad del terreno ocasionando el colapso del cerro, lo que perjudica al menos a tres familias; aunado a esto la inestabilidad del terreno puede ocasionar la caída de la carretera y dejar incomunicadas a varias familias.
Dijo que hace unos días supervisaron la situación funcionarios de la Gobernación de Miranda, bomberos Protección Civil, pero no han procedido ha realizar la edificación del muro de contención.
“Al llover la situación empeora, ya que en principio deben construir una torrentera; así se canalizará el agua de lluvia y evitarán que el terreno siga cediendo”, afirmó Silva.
Por su parte Nairoby Matos, una de las afectadas, señaló que con los últimos aguaceros se hizo mayor el desplazamiento de tierra; “al llover la situación es crítica, es mucha el agua que baja por la pendiente arrastrando tierra y restos de vegetación”.
Sostuvo que es peligroso que el terreno siga cediendo, por eso temen que en los próximos días pueda colapsar la carretera dejando incomunicadas a varias familias.
A su vez precisó que de seguir el desplazamiento de tierra tres estructuras habitacionales podrían empezar a presentar fallas, inclusive colapsar algunas paredes.
Aunque reconoció que funcionarios de diferentes entes han ido a El Bosque, enfatizó que no han comenzado las labores y teme que el terreno se siga desplazando.
Es de hacer notar que el deslizamiento es considerable y ha ocasionado la caída de una pared, pues está cediendo un tramo de la vía.
Sin bolsas de comida
Apuntó que la comunidad se organizó para la adquisición de las bolsas de comida; sin embargo, solo les llegó una vez en el año. Tampoco han sido beneficiados con jornadas de Mercal o venta de alimentos a precios solidarios.
“La situación es crítica, ya que cada vez hay menos alimentos en los supermercados porque supuestamente son entregados a los CLAP; la realidad es que a El Bosque no llegan las bolsas y por eso sus habitantes deben madrugar para comprar los pocos alimentos que se consiguen”, afirmó Ana Pérez, vecina desde hace 10 años de la zona.
Por su parte Nairoby Matos recalcó que están organizados por medio de la asociación de vecinos, pero a pesar de las gestiones que han realizado siguen sin vender las bolsas que según el presidente Nicolás Maduro debían llegan dos veces por mes.
“Nos organizamos y solo la vendieron una vez en todo el año; hay familias que no tienen tiempo para hacer colas y están pasando mucha necesidad, ya que la escasez ha aumentado los últimos meses en una forma drástica”, dijo Matos.

Agua de vez en cuando
Otro problema que afecta a las más de 500 familias que viven en El Bosque es la falla en el suministro de agua potable; los vecinos señalaron que en algunas oportunidades pasan más de 15 días y no ven ni una gota de agua circular por las tuberías de las casas.
Los habitantes apuntaron que a veces deben pagar hasta ocho mil bolívares para que un camión cisterna les llene un tanque y así poder satisfacer las necesidades básicas de agua.
Destacaron que por las irregularidades en el suministro algunas personas, principalmente los niños, se han visto afectados con enfermedades estomacales y de piel. A su vez han proliferado los zancudos por la instalación de contenedores de agua. Ante tal panorama solicitaron la regularización del servicio de agua potable, así como la fumigación par evitar el zika y el dengue que son producidos por zancudos.
Construcción paralizada
Tras estar ocho años esperando la construcción del puente, la obra, por razones que no son conocidas por los vecinos de El Bosque, fue paralizada; señalaron que tras el colapso han pasado al menos cinco contratistas, aspecto que ha retardado la rehabilitación del paso vehicular.
Sostuvieron que durante la época de lluvia el ingreso a la comunidad es difícil. También aprovecharon para solicitar un operativo de bacheo en la zona, comentaron que la última vez que las carreteras recibieron un cariñito fue por las labores de los propios habitantes.Con relación a la recolección de desechos sólidos, indicaron que los camiones pasan varias veces a la semana.
Igualmente señalaron que el alumbrado público es bueno y que gracias a la vigilancia privada la zona es bastante segura.gf
Beatriz Hernández