El Hospital Victorino Santaella recibió el 2017 con el mismo problema con el que despidió el 2015 y 2016: la falta de ascensores. “Está dañado” se leía este domingo primero de enero en un letrero pegado en uno de los elevadores.
Las consecuencias son patentes, la mañana de ayer un paciente era trasladado por las escaleras de un piso a otro con la ayuda de media docena de enfermeros y familiares. “Esto es increíble, cada día estamos peor, no hay medicamentos, médicos ni insumos”, reseñó uno de los visitantes.
El 6 de junio de 2014 el entonces director del nosocomio anunció que los ascensores estaban “casi listos”; 18 de abril de 2015 La Región informaba que nuevamente el principal centro de salud de los Altos Mirandinos se quedaba sin elevadores.
El 22 de octubre de ese mismo año y luego de la muerte de un paciente unos 50 enfermeros protestaban exigiendo a la directiva del HVS solventar el problema que obligaba a subir y bajar por las escaleras las emergencias y a los pacientes hospitalizados.
El 2016 transcurrió sin información oficial sobre el estatus de la reparación, durante buena parte del año pasado se le impidió el acceso a la prensa al nosocomio para prevenir que reportaran las carencias y fallas.
Al iniciar este nuevo año y tras sortear al grupo de vigilantes el equipo de La Región logró ingresar y consultó a médicos, enfermeras y usuarios sobre qué esperan para este año, la clamor es unánime: recursos e insumos para el Santaella.
Daniel Murolo – [email protected] / @dmurolo
