El primer portaaviones de fabricación china está casi terminado y se espera que las autoridades celebren una ceremonia de inauguración este año, si bien el buque no entrará en servicio hasta 2020, publica hoy la prensa oficial.
Los equipos que trabajan en la construcción del buque en la provincia norteña de Liaoning han acabado de pintar la parte del casco por debajo de la línea de flotación y ya han retirado andamios de la estructura, por lo que se espera que pueda ser presentado al público pronto, informa el diario Global Times.
No obstante, el portaaviones, el segundo que tendrá la potencia asiática tras el “Liaoning” (construido por la Unión Soviética en 1985 y adquirido por China a Ucrania en 1998), no entrará en servicio hasta dentro de, al menos, tres años.
A diferencia del Liaoning, el diseño, la capacidad de combate y la tecnología del nuevo portaaviones (cuyo denominación en clave es 001A) serán “mucho más avanzados”, indicó el experto en industria militar Song Zhongping al rotativo.
Song destacó que el portaaviones tendrá un diseño “más humanizado”, ya que contará con un entorno más cómodo y moderno para los militares que trabajen en él.
A pesar de que se espera que el portaaviones pueda ser presentado próximamente, se requerirá más tiempo para que entre en funcionamiento, pues, según expertos militares, se necesitan dos años más para “equiparlo por dentro” con armamento y sistemas de radar, defensa aérea o comunicaciones.
Tras ello, las Fuerzas Armadas pondrán a prueba el nuevo buque y, si esas pruebas resultan exitosas, entrará oficialmente en servicio.
El nuevo portaaviones, aún no bautizado y con un desplazamiento de unas 50.000 toneladas, transportará cazas J-15, que se encuentran entre los más avanzados de la Fuerza Aérea china, y destaca por tener una pista de despegue en pendiente, una característica que comparte con el Liaoning.
Por otra parte, China ya está construyendo su tercer portaaviones, denominado 002, y que tendrá un sistema de despegue por catapulta. Eso hará que se parezca más a los portaaviones estadounidenses y menos a los rusos/soviéticos, como sus dos antecesores, explicó el diario.
